placeholder
Las Últimas
14 de abril de 2020 11:40

Sí hay apoyo ante la violencia

En la Casa de la Mujer se da ayuda tanto a las personas agredidas como a sus hijos

En la Casa de la Mujer se da ayuda tanto a las personas agredidas como a sus hijos. Foto: Cortesía Patronato San José, Casa de la Mujer

Ana Guerrero

Entre el 12 de marzo y el 11 de abril de este año, el ECU 911 ha recibido 6 819 alertas relacionadas con violencia intrafamiliar. En relación al mismo período de 2019 se registra una disminución del 37,2%, ya que el año pasado hubo 10 857 avisos. Aunque la cifra es menor, esta es una realidad latente aun durante la emergencia por el covid-19.

Alrededor del 55% de este tipo de alertas corresponde a Quito y Guayaquil y la frecuencia está en 235 alertas diarias.

Hay historias que han salido a la luz a través de redes sociales. Ese es el caso de una mujer de 25 años, madre de cinco niños, cuya pareja la golpeó a ella y a sus pequeños. Ella logró dejar la vivienda. Sin embargo, no cuenta con recursos y ha intentado cobrar el bono que se entrega desde el Gobierno durante la emergencia por el covid-19.

Como ella, durante la emergencia, seis víctimas llegaron hasta la Casa de la Mujer, uno de los programas municipales para atención de este tipo de casos.

Gabriela Cevallos, directora de Ejecución Técnica del Patronato, detalla que el establecimiento recibe a mujeres que han pasado por situaciones de violencia y sus hijos. En el lugar dan acogida y atención psicológica, apoyo sociopedagógico, entre otros servicios.

Varias llegaron con menores y son de diferentes nacionalidades. El lugar tiene capacidad para 40 personas. Antes de la emergencia ya se encontraban en el lugar 12 personas: siete mujeres y los hijos de algunas de ellas.

Cevallos apunta que varias de las mujeres fueron echadas de sus casas durante el toque de queda. La Policía identificó los casos y los notificó. La ubicación de la Casa se mantiene en reserva, justamente, para precautelar la integridad de las usuarias y sus hijos.

Para ser atendidas ante un caso de violencia intrafamiliar, el primer paso es llamar al 911.

La entidad de atención de emergencias dio cuenta de que el protocolo establece un procedimiento específico para la recepción de emergencias relacionadas con violencia que enfrenten la mujer u otros miembros de la familia. La meta: garantizar la recepción y asistencia inmediata.

En el 2019 se capacitó a 70 “multiplicadores de saberes” para replicar, en el 2020, el curso a 2 500 “evaluadores de llamadas” a escala nacional en: derechos humanos, medidas de prevención, primeros auxilios psicológicos, escucha activa, empatía…

El denominado evaluador recibe la alerta y coordina con Policía, Ministerio de Salud Pública u otra entidad dependiendo de cada caso.

Las fuentes de la entidad cuentan que las víctimas generalmente llaman luego de la agresión. Pero hay quienes logran comunicarse mientras ocurre el hecho, lo cual se cataloga como una clave roja (en riesgo la vida de una persona) y se envía inmediatamente a efectivos de la Policía Nacional.

De paso, la persona recibe asesoramiento para presentar las denuncias respectivas (Fiscalía) o direcciona la asistencia con el Sistema de Casas de Acogida y Centros de Atención Integral.

En el caso de Quito, además de la Casa de la Mujer, las personas con experiencia de violencia de género o intrafamiliar pueden acudir a los Centros de Equidad y Justicia. Están habilitados vía telefónica y correo electrónico (ver recuadro).
Cevallos alerta que las cifras en Pichincha, más allá de la coyuntura de la emergencia, son alarmantes.

Según el Boletín Criminológico difundido por la Fiscalía a finales del 2019, en el ‘ranking’ de ciudades por víctimas de femicidio, de agosto del 2014 a mayo del 2019, Quito ocupaba el primer lugar, seguida de Guayaquil y Santo Domingo de los Tsáchilas.