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20 de diciembre de 2017 08:33

El niño se viste de Ángel y José

María Luisa González muestra el traje que jamás pasa de moda. Foto: Betty Beltrán / ÚN

María Luisa González muestra el traje que jamás pasa de moda. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán

Cada temporada ocurre algo similar: el Niño Jesús se pone a tono con el último grito de la moda. Pero este año se pasaron con las paradas, basta mirar al Ángel de Oro y a San José.

Los que entran en el local de la Rocafuerte Oe436 y Venezuela se quedan admirados con tanto arte. Hay niños vestidos de coraza, mariachi, curita, papa Francisco, policía, Virgen del Quinche...

Pero en la vitrina principal destacan dos modelos del 2017, los más ‘fashion’. El primero, el Ángel de Oro, lleva un vestido hecho en guipur, y en la mano una esfera de porcelana fría. También, tiene alas con plumas de gallina; para sacar el olor fueron previamente tratadas y colocadas una a una.

La corona es de cuerina oro y tiene un proceso de engomado para que sea rígida, la misma dosis se realizó con las sandalias, cuenta María Luisa González, propietaria del almacén Ángeles.

Sonia Alvear, clienta del sitio, admira los finos detalles del atuendo. “Este lugar es uno de los más reconocidos porque aquí está lo último de lo último en trajes para el Niñito”, agrega la vecina de La Loma.

El segundo traje de moda es el de San José. Su vestido es de alta costura, lleno de guipur, brocado y una tela como tafetán corrugado. Los detalles del vestido café con oro son diamantes y ataches, aquellos que se usan en los vestidos súper elegantes.

Y en la mano lleva un lirio, que representa a San José. La flor fue elaborada en porcelana fría y pintada a pura mano. Mientras que, el turbante es de una tela chantilly y la diadema de greca.

Se hizo un Niño con traje de San José porque, indica González, fue “su padre amadísimo”. Además, San José es el protector de la familia y de los hijos.
A más de esos dos trajes “fashion”, está aquel del bordado normal y que jamás pasa de moda. Sin embargo, para este año se introdujeron cambios; por ejemplo, la capa tiene capucha.

No solo eso, el vestido se confeccionó de otra forma. Las mangas se hicieron hasta el puño. Son hechos en terciopelo, organza, ‘Lady Di’… Y si de colores pregunta: hay de toda la gama, pero sobre todo beige, blanco, rojo, vino y dorado.

Eso se hace porque la gente se cansa del típico modelo de siempre, afirma González. Además, al guagua Dios hay que darle algo alegre y que esté a la moda.
Todos esos modelos se empiezan a elaborar desde el 15 de enero hasta el 1 de octubre. Mientras se trabajan los atuendos para los santos, en el almacén Ángeles se hace la ropa a la moda del Niño.