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25 de enero de 2021 13:40

Andre y Nati se portaron pilas hasta ser halladas

El montañista Nacho Bonilla y su esposa, junto a Andrea y Natalia. Foto: Cortesía Nacho Bonilla

El montañista Nacho Bonilla y su esposa, junto a Andrea y Natalia. Foto: Cortesía Nacho Bonilla

Yadira Trujillo Mina (I)

Familiares y amigos no podían ni dormir desde el jueves 21 de enero del 2021, cuando se enteraron que Andrea y Natalia estaban quién sabe en qué lugar, de la Reserva Ecológica Los Illinizas.

Las chicas, de 22 y 35 años, se embarcaron ese día en una nueva aventura hacia la montaña junto a otras dos personas, también amantes de las alturas.

Según contaron a sus amigos y familiares, el clima les jugó en contra. Estaba tan feo que se perdieron la pista entre ellos cuatro.

Andrea y Natalia nunca descendieron, así que sus amigos dieron aviso. Ahí empezó la búsqueda, que concluyó felizmente al mediodía del sábado 23 de enero del 2021, con el hallazgo de las aventureras, sanas y salvas.

Ahora están con sus familias. Se desconectaron por completo, pero antes conversaron con su amiga, también aficionada al montañismo, Mily Aulestia.

Andrea le narró que el jueves, al verse solas en medio de un ambiente inclemente, las chicas descendieron lo que más pudieron hasta salir de la zona de nieve. Con las justas llegaron a un pajonal. “Estaban exhaustas, el cuerpo ya no les daba y decidieron descansar”.

Así encontraron una especie de cueva, cuenta la amiga. Durante todo el viernes, las condiciones climáticas las obligaron a mantenerse ahí guardadas.

Compartieron sánduches que tenían en sus mochilas para no morirse de hambre y se hidrataron de una vertiente natural cercana.

Con un clima favorable, el sábado salieron en busca del refugio de la Reserva. Según le contó Andrea a su amiga, mientras avanzaban vieron a dos personas vestidas de rojo y les hicieron señas con sus prendas.

Les preguntaron si eran Natalia y Andrea y respondieron afirmativamente.
En la búsqueda participaron voluntarios entrenados, comuneros de El Chaupi, la Asociación de Guía de Montaña, la Policía y los bomberos de Latacunga, Sigchos, Quito y Mejía.

Los de este último cantón iniciaron el trabajo la noche del jueves, con una avanzada y la instalación de un puesto de mando.

Desde horas de la madrugada vistieron sus tres capas de ropa (pijama, polar e impermeable) para enfrentar el frío páramo, contó Pablo Salazar, del grupo de rescate de alta montaña de Bomberos Mejía.