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20 de abril de 2017 11:50

Analizan reubicación de trabajadoras sexuales del Centro Histórico

Vecinos del Centro se reunieron ayer por el tema de la reubicación de las trabajadoras. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Vecinos del Centro se reunieron ayer por el tema de la reubicación de las trabajadoras. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán


Se volvió a retomar el tema de la reubicación de las trabajadoras sexuales del Centro de Quito. Esta vez, la propuesta es llevarlas a El Censo. Y la idea ha generado reacciones de los involucrados.

Por un lado están los vecinos de barrios del Centro que ayer (miércoles 19 de abril del 2017) se reunieron con los técnicos de la Secretaría de Seguridad y Gobernabilidad. Frente al Teatro Bolívar, se juntaron los representantes de Loma Grande, San Sebastián, El Panecillo, Luluncoto, La Colina, Ciudadela México, Inmaculada y San Marcos. Ellos no quisieron ni oír de dicha posibilidad.

La mayoría indicó que hay temor por las consecuencias que podría traer esa reubicación. Ya están, insistieron una y otra vez, “cansados de la inseguridad”.

Marco Rubio, de la Loma Grande, agregó que el proyecto contaría con todo tipo de infraestructura, pero “¿qué pasará en el entorno?”. Contó que en su barrio ya tienen el problema de la droga y en las inmediaciones hay robos y consumo. Y lo mismo ocurriría con el trabajo sexual.

Igual opinión tiene Jackeline Villavicencio, del barrio San Sebastián. Agregó: “No estamos en contra del trabajo sexual, pero creemos que hay mejores posibilidades, más humanas y dignas, para aquellas mujeres”.

Los sitios ideales, sostuvo Villavicencio, serían en los extremos norte, sur, occidente y oriente de Quito. “En general, alejados de la ciudad”. A ella no le cuadra la idea de El Censo porque, además, “no se puede concentrar a demasiada gente en un solo sitio”.

Y con todas sus inquietudes, los vecinos se autoconvocaron para este sábado, en la casa barrial de Luluncoto. Allí se analizará con calma las implicaciones de esta propuesta y tomarán una medida en conjunto.

Por el lado de las trabajadoras sexuales también hay cierto malestar. Sin embargo, no se cierran a una posible reubicación. María Quintuña, presidenta de la Asociación 24 de Mayo, confirmó que la propuesta es llevarlas hasta los molinos El Censo.

Contó que en un principio se opuso tajantemente a la alternativa. “Al trabajo sexual siempre lo llevan a los huecos, porque La Cantera (En San Roque) es un hueco y abajo (en El Censo) también. Y yo les dije que si no nos dan unos sitios adecuados, no nos iremos del Centro”, aseguró.

No obstante, como el resto de sus compañeras no dijo nada -según contó- ella pidió que les permitan conocer el sitio y “no solo ver el proyecto en planos”. En unos de estos días se organizarán recorridos por ese lugar y solo así “podremos hablar con mayor conocimiento”, aclaró la dirigente.

Solo en el Centro Histórico de Quito hay alrededor de 250 trabajadoras sexuales, repartidas entre la 24 de Mayo, Santo Domingo y en la Plaza del Teatro.

Del lado Municipal también se confirmó esos acercamientos. Juan Zapata, secretario Metropolitano de Seguridad y Gobernabilidad, señaló que desde el lunes se socializó un posible lugar de reubicación y el proyecto como tal.

La propuesta, según el funcionario, no es así nomás, “es todo un centro de inclusión, no es el típico trabajo sexual”. De ahí que, en ese trabajo interactúan varias dependencias municipales: Quito Turismo, Salud, Movilidad, Inclusión, Seguridad, ConQuito y Territorial.

No pretenden imponer nada, acotó el funcionario. Pero está claro que es muy difícil contentar a todos, pero hay que agotar los diálogos hasta cuando se pueda.