‘La Tuka’ quiere un gol por su mami
Roberto Ordóñez extraña a su mejor fanática. Su ‘mami’, Sonia Ayoví, falleció en julio del año pasado y desde entonces cada gol que marca se lo dedica a ella. Señala al cielo y pronuncia una oración.
Es un hombre religioso. Cuenta que siente a su madre a su lado siempre. Aunque no estará físicamente en su debut copero con el Delfín, ante Bolívar de La Paz, el atacante confía en que desde el cielo ella lo ayudará a lograr una victoria.
A sus 32 años, el ariete disputa su primer partido de Libertadores. El cotejo se inicia a las 19:45, en el Jocay. Por eso, en oraciones, pidió tener buena puntería frente al arco. Quiere que su debut sea por todo lo alto, con un gol y una victoria.
Desde que ella murió, está más pendiente de sus hermanos menores, que viven en Guayaquil. Siempre lleva su teléfono a la mano por si uno de ellos necesita ayuda, económica o personal.
Los últimos años de la ‘Tuka’ fueron un éxito. Desde su debut en primera, con Mushuc Runa, hace dos años, su popularidad creció.
El año pasado fue la figura del Delfín, el más querido por los manabitas, que fueron vicecampeones el año pasado.
Es un ‘rockstar’ en Manta. Cuando sale a caminar por centros comerciales o la playa, lo abordan para pedirle fotos y autógrafos. Él está encantado con ese trato de la ciudad. Por eso decidió renovar su vínculo con el club.
Siempre accede a pedidos de los fans. Dice que la fama no lo ha cambiado. Él creció en la Isla Trinitaria, zona marginal del sur de Guayaquil donde aún viven sus hermanos. “Soy un tipo humilde, siempre el mismo sin importar si juego fútbol profesional o no”, expresó.
