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Futbolero
11 de junio de 2019 09:14

Quito se viste de rosa y con los pedales de Carapaz

El traslado del campeón del Giro de Italia, Richard Carapaz, desde el aeropuerto hasta Quito. Foto: Julio Estrella / ÚN

El traslado del campeón del Giro de Italia, Richard Carapaz, desde el aeropuerto hasta Quito. Foto: Julio Estrella / ÚN

Álex Puruncajas
(D)

Ayer, 10 de junio, el cielo se abrió y empezó a caer la lluvia en la terminal aérea del Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. En medio del clima adverso, en la salida de protocolo, apareció el bus en el que se montó Richard Carapaz para exhibir el trofeo de campeón del Giro de Italia, el que consiguió por primera vez para Ecuador.

Protegido por unas gafas y con un buzo verde de su patrocinador, en lo alto del bus descapotable, el ecuatoriano levantó la mano derecha y sonrió ante las muestras de aprecio que le prodigaron cientos de personas que se apostaron en el lugar para observarlo. “Queremos saber si es de carne y hueso”, se escuchó entre la multitud.

Carapaz sonrió a todas las muestras de cariño y, posteriormente, levantó el trofeo dorado, algo que agitó a los aficionados. “Ha sido increíble desde el momento que aterrizamos. No me esperaba nada de esto”, se sorprendió el pedalista carchense en sus declaraciones a su auspiciante Movistar, mientras emprendía la caravana.

Con banderas de Ecuador y Carchi, y vestidas de rosa, las personas le aplaudieron en el inicio de su trayecto. Al lugar llegaron personas conduciendo sus autos, bicicletas y motos. Todos querían verlo de cerca, tener algún recuerdo del pedalista que sorprendió al mundo del ciclismo con su victoria en Verona (Italia).

Cientos de personas llegaron a ver a Richard Carapaz con banderas de Ecuador y Carchi. Foto: Vicente Costales / ÚN

Cientos de personas llegaron a ver a Richard Carapaz con banderas de Ecuador y Carchi. Foto: Vicente Costales / ÚN

“Chucuchu chucuchu”, cantaron las personas en la calle, donde los motorizados se daban modos para apartar de la ruta a los autos que se ubicaron a la cabeza de la caravana, donde habían personas que intentaban sacarle fotos.

El bus avanzó y pasó por las Ruta Viva hasta Monteolivo y luego por el Redondel del Ciclista, que se vistió de rosa para recibir al campeón ecuatoriano.

El bus llegó finalmente a las instalaciones del Ekopark, que también se adornó de color rosado, donde el ecuatoriano ofreció una rueda de prensa, acompañado por el argentino Mario Sabato, el relator que narró con emoción la campaña de Carapaz en Italia.

Ahí, aún relajado, el deportista dijo que el título del Giro es algo que va a recordar hasta el final de sus días. Expresó que guardará el trofeo en un lugar especial de su casa. “Habrá que acomodarlo”, dijo el ciclista de 26 años, nacido en Playa Alta, la parroquia carchense El Carmelo.

Richard Carapaz y el periodista Mario Sabato. Foto: Julio Estrella / ÚN

Richard Carapaz y el periodista Mario Sabato. Foto: Julio Estrella / ÚN


En su intervención, también habló de los años de trayectoria que le podrían continuar para pedalear en el ciclismo mundial. “No se me ha pasado por la cabeza. Tal vez 10, 12”, expresó el representante ecuatoriano. “Espero tener unos 12 años por delante”, indicó cuando le hicieron la consulta.

También fue crítico con el país para mejorar el ciclismo. “Hay que seguir fomentando muchas más escuelas. Y eso haría mucha más falta. Si no tenemos gente en la escuela no tendríamos gente en la universidad”

Habló sobre el deporte y el apoyo que se necesita en esta disciplina. “Hay que fomentar el deporte inicial en escuelas y luego un poco intervención de la empresa pública y privada en competiciones. Porque si no, no tendrían dónde medir el ciclismo”, dijo.

Al final soltó unas palabras fuertes. “Desgraciadamente aquí saben de fútbol y unas dos o tres cosas de ciclismo”. Y tuvo un pedido especial: “¡que respeten a los ciclistas!”. Este 11 de junio seguirá en Quito y mañana, 12 de junio, se dirigirá a su tierra, Tulcán, donde habrá fiesta.