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Futbolero
16 de diciembre de 2019 08:53

Los penales fueron ‘puñales’ en el Jocay

El festejo del golero Pedro Ortiz. Después de los tiros penales se coronó campeón. Foto: Julio Estrella / ÚN

El festejo del golero Pedro Ortiz. Después de los tiros penales se coronó campeón. Foto: Julio Estrella / ÚN

Pablo Campos
Desde Manta
(D)

Liga de Quito perdió una serie insólita. De los 10 penales que se lanzaron ayer, 15 de diciembre del 2019, en el estadio Jocay de Manta, solo se convirtieron tres: dos de Delfín, el campeón, y ‘uno chulla’ de Liga.

Solo el guambra Jordy Alcívar sacó la cara por los albos, que se comieron una serie increíble: fallaron el ‘Toño’ Valencia, Luis ‘Kunti’ Caicedo, José Ayoví y el parcero Cristian Martínez Borja. Cuando este último le entregó el balón a Pedro Ortiz, empezaron los festejos del Delfín y el viacrucis albo.

Liga abandonó el Jocay en silencio, a las 18:30, luego de la premiación del segundo puesto. Dos buses de la compañía CTM esperaban en las afueras del escenario, en donde metros más adelante, los jugadores del campeón, Delfín, se trepaban en otro bus de dos pisos para iniciar su gloriosa caravana por las calles del balneario mantense.

Liga se fue en silencio. Desde la mañana estaba anunciado que el equipo iría directo desde el estadio hasta el aeropuerto para ir a Quito, independientemente del resultado. Los jugadores, uno a uno, fueron subiéndose a los dos buses para volver a casa.

Uno de los pocos que habló fue el entrenador Pablo Repetto. Él reconoció que su equipo no practicó penales durante la semana. Se notó en la cancha. Pero más allá de cualquier cosa, los jugadores llegaron a la definición con el cuerpo acalambrado, luego de un juego intenso, en medio de un calor tremendo. Al igual que en la ida, en la final de vuelta no hubo goles en el tiempo regular.

La mejor oportunidad que tuvo Liga en el partido estuvo en los pies de Jefferson Orejuela. El volante albo, en el segundo tiempo, resolvió mal una de las pocas llegadas que hubo al arco del equipo manabita.

Después de los 180 minutos la serie se fue a penales y allí ganó el local 2-1. Así, Delfín entró a la historia del fútbol ecuatoriano. Tras Olmedo en el 2000 y Deportivo Cuenca en el 2004, el equipo cetáceo se convierte en el tercer equipo que no pertenece a Guayas o Pichincha en coronarse campeón nacional del torneo.

Sus jugadores celebraron ampliamente la gesta, que tuvo como héroe de la jornada a Pedro Ortiz, el golero que hace nada tapaba en la Serie B y que ahora es buscado por los clubes pepas del fútbol ecuatoriano.

El golero de reflejos felinos dejó en cero las ilusiones de los albos, pero la campaña también tuvo otros puntos altos, como los delanteros Carlos Garcés y Roberto ‘La Tuka’ Ordóñez o los laterales Pedro Perlaza y Giovanny Nazareno y el estratega Fabián Bustos, destinado a dirigir un equipo grande tras hacer historia en Manta.

Ortiz celebró con todos los compañeros en una locura total en la cancha. En medio de la emoción hubo hasta lágrimas de los protagonistas.

El ‘profe’ Bustos contó como anécdota al final del partido y en medio de la emoción de los festejos, que el plan inicial era cambiar de golero. En el último entrenamiento que tuvieron en el complejo Los Geranios, el suplente Dennis Corozo atajó más penales que Ortiz. Sin embargo, como el árbitro Roberto Sánchez no agregó más de un minuto no alcanzó a realizar la variante y tuvo que dejar en la cancha al que fue figura en el título.

La premiación a los manabitas fue en medio de una ovación de los seguidores cetáceos. Los festejos se extendieron por las calles mantenses, con una caravana en la que se exhibió el trofeo logrado por los manabitas.

El próximo 1 de febrero Liga y Delfín se enfrentarán por tercera vez: jugarán por la Supercopa, después de la final de Copa Ecuador (ganó Liga de Quito) y la final de LigaPro.