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Futbolero
2 de agosto de 2021 16:35

Neisi Dajomes, una campeona contra toda adversidad

La medalla olímpica la ganó y la dedicó a su madre y hermano, que siempre la alentaron. Foto: Comité Olímpico Ecuatoriano

La medalla olímpica la ganó y la dedicó a su madre y hermano, que siempre la alentaron. Foto: Comité Olímpico Ecuatoriano

Redacción Últimas Noticias
(I)

Neisi Dajomes debía llevar la bandera del Ecuador en el desfile de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero no pudo porque su participación estaba en riesgo.

Una vez más, la vida le ponía una adversidad dura que afrontar en un momento crucial de su carrera. Y, otra vez, la iba a superar.

Neisi no pudo estar en el desfile porque en España, donde hizo base de entrenamiento, una prueba de covid que se practicó antes de ir a Japón le dio positivo. Eso la dejaba fuera de la competencia de inmediato.

Por fortuna, era un falso positivo. Hasta que los resultados confirmaran su buen estado de salud tuvo que aislarse. Por esta situación bajó dos kilos de peso.

Pero luego se sumó a la delegación ecuatoriana en Tokio, recuperó el peso y logró consagrarse como la campeona olímpica.

No era la primera vez que Neisi debía superar duras adversidades. Cuando ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima, en el 2019, ella vivía un duelo: su madre había fallecido dos meses antes de la competencia realizada en julio de ese año.

Neisi Dajomes ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio. Foto: Comité Olímpico Ecuatoriano

Neisi Dajomes ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio. Foto: Comité Olímpico Ecuatoriano

La campeona dice que su madre la acompañó en la plataforma de levantamiento, ella le susurró al oído palabras de motivación y que le guio a la victoria.

El año pasado, Neisi perdió a su hermano Javier, quien fue su inspiración y quien le motivó a practicar halterofilia en Pastaza. Él comenzó a entrenarse con Walter Llerena y después impulsó a sus hermanas Neisi y Angie a seguirlo.

Su madre no tenía recursos económicos para mantenerla y decidió confiar en una propuesta que le hizo Llerena para cuidar de ella y sus hermanos.

Neisi, Javier y Angie fueron a vivir en la casa de su entrenador, quien se encargó de su educación y formación deportiva.

Dajomes comenzó a practicar a los 11 años de edad con un palo de escoba y luego, a los 13 años tuvo su primera competencia.

Hoy tiene 23 años y múltiples coronas: la última, la olímpica, un espacio reservado solo para aquellos capaces de sobreponerse a todos los obstáculos.

Ella tuvo, incluso, que vencer el temor que sentía de modelar su cuerpo como el de un hombre, debido a la práctica diaria del levantamiento de pesas. Estos miedos también los superó la joven deportista.