Luis Ayala se entrena y hace oficio en casa

Luis Ayala ha experimentado un crecimiento deportivo en Liga de Quito. El lateral izquierdo arrancó la temporada 2020 como titular. Lo logró después de seis meses de sacrificio y trabajo constante. Ahora asegura que su objetivo es llegar más lejos. Su anhelo es estar en la Selección.

“Me tocó reemplazar a Christian Cruz cuando se lesionó el año pasado, pero tuve que aprovechar esta oportunidad. Han sido ocho meses espectaculares en los que he conseguido dos títulos”, dice el defensor imbabureño.

Ayala aprovecha todo el tiempo que está en el complejo de Pomasqui. Desde que llegó Antonio Valencia ha tratado de pegársele para aprender. Conversa constantemente con él en el camerino de LDU.

“He mejorado mi técnica en Liga. El mano a mano y levantar los centros de mejor forma eran detalles en mi juego que debía pulir. Con el transcurso de los partidos lo he logrado, pero también con el trabajo diario”, dijo Luis Ayala -vía telefónica- a ÚLTIMAS.

En esta cuarentena, lo que más ha hecho es trabajar. Sigue las indicaciones del DT Pablo Repetto y del preparador físico Marcelo Cabezas. Para esto cuenta con la ayuda de su esposa y de su pequeña Romina, que en plena pandemia cumplió cinco años.

Por lo general, el lateral zurdo trabaja con una mascarilla, pero no es la que se utiliza en estos días por temor al covid-19.

Es una máscara especial que se usa en el deporte de alto rendimiento. El exmédico del Independiente del Valle, Celio Romero, se la recomendó hace unos años.

“Celio nos aconsejaba a usar la máscara. Nos decía que nos ayudaba a mejorar la capacidad aeróbica. En este momento la uso porque siento que todo suma”, manifiesta Ayala.

Este implemento tiene distintos niveles de ingreso de aire. Ideal para los deportistas que hacen recorridos más largos, como los laterales.

En sus redes sociales ha publicado una serie de fotos con este implemento. Pero para él, es algo que le da confianza. Además los profesores del club le permiten que lo siga utilizando.

Romina es su inspiración. Cuando el clima lo permite, sale a la terraza de su casa o al patio para ejercitarse con ella. Verla imitarlo le alegra. Se siente un ejemplo para su pequeña goleadora.

“Me gusta verla entrenarse. A veces trata de hacer lo que yo hago. Esa es una emoción para cualquier padre”, dice Ayala.

‘Romi’, quien también juega como delantera en el equipo de su escuela, cumplió años durante la cuarentena. Sus padres le prepararon un pastel con la promesa de que se lo celebrarán con sus amiguitos cuando todo esto termine.

Además de entrenarse, también ayuda en casa. Su esposa Antonela le dio tareas específicas. Desde hace un mes es él quien lava los platos, arregla las habitaciones y plancha la ropa.

Cuando por ahí le queda algo de tiempo libre, se relaja con un partidito de FIFA 20 en el PlayStation.

“En estos días juego poco. Al principio me metía en eso y a veces dejaba de compartir con la familia un par de horas. Ahora juego, pero cuando ya hemos terminado todas las labores”, dice.

En esta edición del popular videojuego de fútbol ya está Liga de Quito. Es la primera vez que clubes ecuatorianos son tomados en cuenta.

Por eso siempre que juega lo hace con los albos. Le emociona verse representado de forma digital y que los diseñadores se hayan fijado en los pequeños detalles. Su avatar tiene el mismo corte y color de cabello. La estatura y ciertos movimientos con el balón son exactos.

“Me emocioné cuando me vi en el FIFA. Ese era uno de mis sueños. Estar en un videojuego de fútbol. Antes pensaba que necesitaba irme a Europa y jugar en los grandes para estar ahí”, dice riendo.