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Futbolero
4 de febrero de 2021 12:56

Los chascos de la ‘U’ en sus últimas campañas 

De izquierda a derecha, Rodrigo Erramuspe, Lucas Lima, Andrés Chicaiza, Rodrigo Aguirre y Carlos Rodríguez. Fotos: ÚN

De izquierda a derecha, Rodrigo Erramuspe, Lucas Lima, Andrés Chicaiza, Rodrigo Aguirre y Carlos Rodríguez. Fotos: ÚN

Redacción Deportes (D)

Si todo funcionaba como pensaban en Liga, Lucas de Lima Tagliapietra habría concluido recién en junio próximo su contrato con el cuadro azucena.
En el 2017, Liga le pagó al Boavista un millón de dólares por el central brasileño de 1,95 metros. Compró sus derechos deportivos por cuatro años, pero su rendimiento fue tan pobre que a la primera temporada ya le estaban buscando la puerta de salida.

El chasco con de Lima Tagliapietra fue uno de los más monumentales de la dirigencia del cuadro quiteño, que tiene a su favor buenas negociaciones y grandes éxitos con el club.

Pero ese error garrafal no fue el único. Comprar a Andrés Chicaiza, en el 2019 sin el OK de Pablo Repetto, el manejo del tema Rodrigo Aguirre, la llegada del bravucón Rodrigo Erramuspe también fueron malas noticias para el subcampeón.

Erramuspe, tigre para un quiño
El jugador-púgil.  Estuvo en el primer semestre del 2015 en Liga. Fue solicitado por el entonces técnico Luis Zubeldía. Apenas jugó un partido durante aquellos seis meses. Luego regresó nuevamente a Lanús, de su natal Argentina. ¿Por qué se lo recuerda al rudo defensor central? El 14 de abril de ese año, un entrenamiento del equipo tuvo que terminarse. El buen Rodrigo Erramuspe se molestó por una entrada de un juvenil y le metió una paliza. Zubeldía tuvo que entrar a calmar las aguas. La diferencia física entre los púgiles era tremenda.

Lima no pegó una en la zaga
Y era carísimo.Lucas de Lima llegó a mediados del 2017 procedente del Boavista. Era un central grandote (1,95 m), pero lentísimo. Actuó 19 partidos de la temporada, pero al año siguiente ya no estuvo en los planes del técnico Pablo Repetto. El defensa le costó un millón de dólares a los albos. Ahora juega en el Boavista, tras un paso por el Al Batin de Arabia Saudita. Su pase se ha desvalorizado: según el sitio de transferencias Transfermarkt, el costo de mercado del futbolista sudamericano es de USD 300 000.

Fue un mago sin su chistera
No lo pueden vender.  Andrés Chicaiza sobresalió en la temporada 2018 como conductor del juego de Delfín. Su creatividad y talento fueron inmediatamente del agrado de los dirigentes albos. No así del técnico Pablo Repetto, a quien no le gustan mucho los 10. En su filosofía, la construcción del juego ofensivo es por los costados. Pese a ello, Liga gastó USD un millón en su pase. Jugó 26 partidos en el 2019. Al año siguiente fue cedido a U. Católica, que no compró su pase. Ahora va a préstamo nuevamente a otro club: D. Cuenca.

El negro quedó debiendo
Suplente carísimo.
 Rodrigo Aguirre llegó en el 2019. Liga ganó una puja por su pase ante rivales fuertes del medio como Barcelona y Emelec, que también lo buscaban. El ‘Negro’ firmó un contrato elevado con los azucenas por tres temporadas. Fue de menos a más en su primer año. El 2020 fue malo para él. Suplente de Christian Martínez, apenas pudo marcar seis tantos en la temporada. Se fue cedido al Necaxa sin dejar réditos para el elenco albo. Tiene un año más de contrato. Lo quieren vender. ¿Se podrá?

‘Paco’ va y vuelve, va y vuelve
¿Se queda o chao?  Carlos ‘Paco’ Rodríguez llegó en la temporada 2019 a reforzar la zaga de los universitarios. En enero del 2020, la dirigencia le renovó el contrato por dos años más y adquirió sus derechos deportivos, pero a mediados de esa campaña decidió quitarle su cupo de foráneo para poder fichar a Ezequiel Piovi. Se fue cedido al Delfín, pero ahora volvió a los albos, que no saben qué hacer con él: ¿prestarlo nuevamente? ¿que se mantenga en el equipo? Aún no hay certezas de qué es lo que sucederá.