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Futbolero
18 de febrero de 2020 15:08

Una herencia tatuada en sus corazones: ¡Papá Aucas!

Luis Villacís y Joel Jetacama lucen sus camisetas orientales, en el taller de carpintería de la familia en Solanda. Foto: Galo Paguay / ÚN

Luis Villacís y Joel Jetacama lucen sus camisetas orientales, en el taller de carpintería de la familia en Solanda. Foto: Galo Paguay / ÚN

Redacción Deportes
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Joel Jetacama no se quita la chaqueta de Aucas que le regaló su padre hace dos años. La prenda ya le queda algo pequeña, el intenso amarillo de la tela empezó a amainar, pero para este hincha oriental de 6 años, es su favorita. La lleva a todos los partidos que ve en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda junto a su abuelito: Luis Villacís.

No se desprende de ella, porque además ese percudido saco guarda su mayor tesoro: los autógrafos del equipo del año pasado.

Su padre, Oswaldo Jetacama, fue quien se la hizo firmar. Darwin Cuero, exjugador, fue su cliente en el taller mecánico donde trabaja. El entonces golero auquista le comentó que era futbolista de ‘Papa’, club del que su hijo es hincha. Sin dudarlo, le pidió que autografiara una de las tantas prendas oro y grana que guarda el pequeño Joel en el armario de su vivienda. Jetacama heredó su amor por el Aucas de su abuelito, en un idilio distinto.

Todas las tardes ambos comparten interminables tertulias sobre el club de Chillogallo. Se reúnen en el taller de carpintería que todavía funciona en el sector 3 de Solanda, en el sur de Quito. El espacio es pequeño. Tiene madera por todos lados y una pila de ejemplares de ÚLTIMAS acumulados.

“Llevo a Joel al estadio desde que tenía un año y medio. Solo habla de su Aucas y de fútbol. Hasta se pelea con un vecino que es de Barcelona y unos primos que son de Liga”, dice sonriendo Villacís, mientras luce su camiseta.

A sus 81 años, este experimentado carpintero encontró la mejor compañía para alentar a ‘Papá’. Su pasión y entrega por el equipo fue premiada por la dirigencia el pasado 13 de febrero del 2020. Los duros del club los encontraron gracias a una publicación en redes sociales que mostraba al abuelo y a su nieto compartiendo un domingo de fútbol en la ‘Caldera’ de Chillogallo.

“Ese día fuimos como todos los domingos al estadio. Llegamos a las 09:30 y el partido era a las 12:00. Nos acomodamos en las gradas y un Policía nos regaló unos helados. Ahí creo que nos hicieron las fotos”, recuerda entre risas y saludos de sus vecinos, el bonachón maestro carpintero.

Las imágenes son conmovedoras. Se muestra al abuelito y al pequeño Joel entregados al equipo. Una imagen que enterneció a los dirigentes. Por eso se hizo una campaña para encontrarlos. Al final, ambos amantes de Aucas fueron premiados.

Luis y Joel recibieron camisetas, se sacaron fotos con el equipo de Primera y además recibieron abonos para acompañar al equipo a todos los partidos de esta temporada. Hoy, 18 de febrero del 2020, estarán en las gradas alentando al equipo del ‘profe’ Máximo Villafañe ante Vélez Sarsfield, por la vuelta de la Copa Sudamericana (19:30).

Pero eso de alentar, para Luis no es nuevo. Ha derramado lágrimas por el club de sus amores. Lo vieron sufrir en la Segunda Categoría y sonreír con cada ascenso. Asegura que es oriental desde que era guambrito y vivía en San Roque.

“Me iba a ver al Aucas todos los domingos. Mi mamá me escondía los zapatos para que no fuera al estadio, pero yo me iba igual a pata llucha. Cuando no tenía para la entrada, con mis amigos nos colgábamos de los árboles con tal de ver al equipo”, recordó Villacís.

Esa es la herencia que quiere transmitirle a su nieto. Eso sí, el gesto de la dirigencia ayudó a consolidar ese sentimiento por el equipo indio. Además de las entradas, al pequeño Joel le regalaron una beca para que juegue en la escuela. Hoy será su primer entrenamiento.

“Siempre quise jugar en el Aucas. Es mi sueño y ahora gracias a mi abuelito puedo cumplirlo”, dijo algo receloso Joel, quien luce los autógrafos. El último que consiguió fue de Sergio López, el último refuerzo de este año.