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Futbolero
13 de noviembre de 2020 11:44

Gloria ecuatoriana; lamento boliviano

Ángel Mena  traslada el esférico ante la marca de Valverde, de Bolivia. Fotos: EFE

Ángel Mena traslada el esférico ante la marca de Valverde, de Bolivia. Fotos: EFE

Pablo Campos (D)

En los cálculos del pragmático Gustavo Alfaro, un triunfo en Bolivia era un escenario posible, pero sobre todo, necesario. Ecuador ganó 3-2, en un partido durísimo ante un rival que apeló a la combatividad y a la temida altitud de La Paz para minar los intentos del cuadro ecuatoriano, que cada día va tomando una mejor forma de equipo.

¡Quién diría! Hasta hace dos meses, Ecuador no tenía seleccionador y el camino de eliminatorias se veía lleno de nubes grises. Pero llegó Alfaro y en cosa de días empezó a trabajar y trabajar; convencer, persuadir, seleccionar bien y enamorar a los futbolistas ecuatorianos, con una idea de juego en donde el fondo (conseguir los resultados) como la forma (mostrar un juego vistoso, ofensivo) combinan a la perfección.

Ecuador ya tiene seis puntos en la tabla en tres partidos. Había perdido con Argentina y luego se había paseado con Uruguay en las primeras fechas. Ayer el reto era en La Paz, una sede en la que la Tricolor ya ha conseguido triunfos importantes.

Junior Sornoza, volante ecuatoriano,  avanza ante el boliviano Óscar Ribera.

Junior Sornoza, volante ecuatoriano, avanza ante el boliviano Óscar Ribera.

Pero el camino de la victoria estuvo lleno de tropiezos. Bolivia no pudo en las dos primera jornadas con Brasil y Argentina, pero creía que tenía chances ante Ecuador. Para ello, apeló a un esquema reactivo de inicio, dejando que los tricolores sean quienes se desgasten y respondiendo al contragolpe. Así llegó el gol de Juan Arce, a los 36’.

Pero Ecuador era más. Junior Sornoza filtraba balones en los últimos metros en búsqueda de los atacantes Ángel Mena y Michael Estrada, que perdieron clarísimas opciones de marcar.

La Selección se fue al descanso sabiendo que estaba haciendo bien las cosas. La recompensa vino pronto, con el tanto de Béder Caicedo (minuto 46) y el de Mena, a los 55’.

Parecía que ya era cuestión solamente de esperar que pasaran los minutos y responder con contragolpes, pero Marcelo Martins puso el 2-2 a los 60 minutos y volvieron las dudas.

Entonces, se sintió la mano del entrenador Alfaro. Mandó a la cancha a Renato Ibarra, al explosivo Gonzalo Plata y a Alan Franco, en pos de control del partido, que se había convertido en un peligroso toma y daca.

El 2-2 era un resultado que no le iba mal a Ecuador. Pero este equipo es agresivo. Entonces llegó el penal a los 88’ y el gol de Carlos Gruezo. Fue gloria ecuatoriana y lamento boliviano.