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Futbolero
16 de julio de 2018 09:49

Beso francés a la copa y un Deschamps de oro

Uno de los momentos cumbres en la premiación para la Selección francesa, con el trofeo de campeón mundial 2018. Foto: AFP

Uno de los momentos cumbres en la premiación para la Selección francesa, con el trofeo de campeón mundial 2018. Foto: AFP

Agencia AFP

Pragmática, efectiva, afortunada... Podrán ponerse muchos adjetivos a la Selección francesa de fútbol, pero nadie podrá discutir que es una justa campeona del mundo tras su victoria ante Croacia, ayer, 15 de julio del 2018, por un electrizante 4-2 en la final de Rusia 2018.

En un partido al que no faltó ningún ingrediente, el equipo de Didier Deschamps mostró toda su astucia en el estadio Luzhniki para acabar con los sueños de la valiente Selección de Croacia.

Un gol de Mario Mandzukic en contra (18’), un penal de Antoine Griezmann (38’) y dos contragolpes letales de Paúl Pogba (59’) y Kylian Mbappé (65’) en la segunda etapa dieron el título a la multicultural Francia en una alocada tarde en Moscú.

Iván Perisic puso el empate transitorio para Croacia a los 28’ y Manduzkic decoró el marcador en el tramo final (69’) tras un error insólito de Hugo Lloris.

A la final no le faltó absolutamente nada. Un gol en contra -primero en una final del mundo-, una falla clamorosa de Lloris, el VAR, polémicas arbitrales y hasta lluvia, rayos y truenos.

El festejo del DT con sus pupilos al final.

El festejo del DT con sus pupilos al final.

Sólo una vez en la historia de los mundiales hubo una final con más goles. Fue en 1958, cuando el Brasil de Pelé batió 5-2 a Suecia. Ayer, la historia fue otra.

Cuando el juego se acabó, Griezmann y sus compañeros bañaban en agua a Deschamps. “Son una banda de locos”, dijo entre risas el seleccionador francés, dejando de lado su habitual rigidez.

Deschamps sabe mejor que nadie de lo que habla, porque fue él quien alzó el primer título “bleu” en 1998 como jugador y capitán. Ayer, con su éxito como entrenador, unió su nombre al del brasileño Mario Zagallo y al alemán Franz Beckenbauer como los únicos que ganaron el Mundial como jugador y técnico.

Veinte años después del título inaugural en París, una época en la que Mbappé todavía estaba en el vientre de su madre, Francia inscribe una segunda estrella en su escudo para igualar a países como Argentina o Uruguay y colocarse únicamente por detrás de las máximas potencias: Brasil (5), Alemania (4) e Italia (4).

El presidente francés, Emmanuel Macron, escribió en Twitter, “GRACIAS” y celebró los goles. Hoy, 16 de julio, recibirá a los campeones en el palacio presidencial.