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Futbolero
25 de noviembre de 2019 15:18

Federer, un ‘crack’ para el show

Roger Federer mostró toda su calidad en un ‘picadito’ en el monumento de la Mitad del Mundo. Foto: Armando Prado / ÚN

Roger Federer mostró toda su calidad en un ‘picadito’ en el monumento de la Mitad del Mundo. Foto: Armando Prado / ÚN

Redacción Deportes
(D)

La visita de Roger Federer y Alexander Zverev a Quito fue toda una aventura. El suizo aprovechó su breve estadía ayer, 24 de noviembre del 2019, en la ciudad para deleitar y cautivar a sus aficionados, que desde tempranito hicieron largas filas para ingresar al coliseo General Rumiñahui.

‘Su Majestad’, como conocen también al suizo, pudo probar comidita ecuatoriana y hasta peloteó y paró el huevo en la Mitad del Mundo. El mejor tenista de todos los tiempos no tuvo problema con este tradicional experimento en la latitud cero.

Cuando le preguntaron qué hemisferio del mundo prefería para jugar un picadito con su pana Zverez, Federer no lo dudó. Eligió el norte, donde se siente más cómodo.

“Prefiero el norte. Ahí me va mejor. El sur me parece que es más relajado”, dijo en plena rueda de prensa.

En la clínica de tenis, realizada en las canchas del Quito Tenis, en El Condado, divirtió a 2 000 aficionados. Ahí Roger les dio ‘clases exprés’ a niños, jóvenes y tenistas semiprofesionales.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando el hijo de Nicolás Lapentti hizo dupla con Zverev.

Roger Federer paró el huevo en la Mitad del Mundo. Foto: cortesía de Kenny Castro

Roger Federer paró el huevo en la Mitad del Mundo. Foto: cortesía de Kenny Castro

El guagua de cinco añitos sorprendió a los dos europeos por su dominio con la raqueta. Tras este último evento, Federer volvió a agradecer todo el cariño recibido.

Es que además de aplausos y besos volados, también recibió la llave de la ciudad, de manos del alcalde, Jorge Yunda.

El burgomaestre no entregó perritos, pero sí un arbolito. Este será plantado en Pomasqui y llevará de nombre Alexander Zverev.

Anoche, 24 de noviembre, en el coliseo Rumiñahui, el suizo mostró su mejor juego. Al menos en el primer set, en el que se impuso 6-3 ante su pana alemán Zverev.

Los 14 000 aficionados pudieron disfrutar de sus saques y sus golpes secos a la pelotita, que en más de una ocasión fueron a parar al público.

Después del partido, Roger y Alexander tenían previsto cenar en uno de los restaurantes del sector de La Floresta.