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Futbolero
11 de febrero de 2020 14:25

La familia Ibarra, al servicio de El Nacional

Johvani Ibarra y su hija Daniela trabajan para El Nacional, el club de sus amores. Foto: David Paredes / ÚN

Johvani Ibarra y su hija Daniela trabajan para El Nacional, el club de sus amores. Foto: David Paredes / ÚN

David Paredes
(D)

Con la cámara en el cuello y con la sudadera de El Nacional, Daniela Ibarra se pasea por los pasillos del complejo de Tumbaco como si estuviera en su casa. La quiteña de 21 años, que ahora trabaja en el departamento de Comunicación del club, creció en esos predios.

Mientras su papá, el histórico golero Johvani Ibarra, perfeccionaba su técnica y buscaba glorias para el ‘Bitri’, ella aprendía a caminar en las mismas canchas.

En su casa, en el norte de Quito, los álbumes familiares están repletos de fotografías en las que aparece junto a Juan Carlos Burbano, Christian ‘Chucho’ Benítez, entre otras figuras del equipo criollo.

“Crecí en el complejo. Me conozco todos los rincones porque era el lugar donde jugaba. Además, mi papá siempre me inscribía a los vacacionales del club”, dice Daniela.

Ahora, como funcionaria criolla, busca crecer profesionalmente. Llegó al equipo el año pasado, con ayuda de su papi.

“Cuando terminó la universidad, buscamos la posibilidad de que trabajara en el equipo. Visité a la doctora (Lucía Vallecilla) y me puso una sola condición. Que yo también vuelva al club para ser preparador de arqueros”, recuerda ‘Mul-T-lock’, como conocen al exgolero del ‘Nachito’.

Ibarra también se pasea con autoridad por el complejo. Haber ganado cuatro títulos para el ‘Bitri’ y dos para el Deportivo Quito le dan un estatus de estrella. Por eso, cuando los guambras que sueñan con ser goleros se le acercan, lo hacen con respeto.

En la izquierda, Daniela junto a su papi y Juan Carlos Burbano. Foto: cortesía de la familia Ibarra

En la izquierda, Daniela junto a su papi y Juan Carlos Burbano. Foto: cortesía de la familia Ibarra

“Volver al equipo fue especial. Aquí me consagré y me gané un nombre en el fútbol ecuatoriano. Por eso quiero que mi hija también lo haga en su trabajo en la misma institución”, dice el exarquero.

Johvani está concentrado con los goleros. Está pendiente de todos. Leodán Chalá, que ya es seleccionado Sub 23, le pide consejos. Habla con él constantemente.
“Trato de darles herramientas a los jugadores que quieren llegar a ser arqueros. Me enfoco en la técnica. Fui vicecampeón de América con Independiente del Valle (2016) como entrenador”, dice.

Para su hija, esos éxitos y el apellido no son problema. En el club, a ella la tratan como una trabajadora más. Tiene su uniforme y sus funciones. Hace comunicación del equipo femenino y formativas, en las mismas categorías que su papi trabaja con los goleros. Quiere ganarse su nombre, a pesar de los celos de su padre.

“Sí, soy celoso. Tengo que cuidar a mis tesoros. Tuve la suerte de ser padre de tres hermosas hijas. Por eso estoy pendiente de ellas”, dice mientras lanza una mirada cariñosa a la mayor de sus nenas.

Daniela está en todas. Colabora con el equipo de primera, hace fotografías y maneja parte de las redes sociales de la institución. A veces se da el lujo de comandar las ruedas de prensa. Pero su responsabilidad principal está con el equipo de la ‘profe’ Wendy Villón.

Cuando le piden una entrevista con su padre, no sabe si decirle Johvani, ‘profe’ o papi. Está trabajando en eso.

“Estoy aprendiendo a desempeñarme mejor. Por ahora queremos darle un cambio radical a la comunicación del equipo femenino. Que tengan lo mismo que los varones”, dijo la comunicadora, que quiere ganarse un nombre en el equipo.