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Futbolero
28 de marzo de 2018 09:28

Fabiana Corobo puso papelito a los del ‘trencito azul’

Corobo llegó a la Católica en el 2017 y recién este año es parte del plantel. Foto: David Paredes / ÚN

Corobo llegó a la Católica en el 2017 y recién este año es parte del plantel. Foto: David Paredes / ÚN

David Paredes
(D)

Hernán Galíndez se siente más ligero en el arco de la Católica. Desde mediados del año pasado ha bajado casi 20 kilos. Además, cambió sus hábitos alimenticios y su rutina de trabajo. Los muchachos de la Reserva del club también están más en forma. Los entrenadores de formativas revelan que ahora los pelados comen más sano y mejor que hace un año atrás.

Estos cambios fueron gracias a la nutricionista venezolana Fabiana Corobo. Ella llegó al país, como muchos de sus compatriotas, en busca de una oportunidad de trabajo y superación. Ahora es una de las piezas claves en el cuerpo técnico del colombiano Santiago Escobar y socia estratégica del preparador físico Juan Carlos Ángel.

Pero, entrar al equipo de primera con sus nuevas ideas de salud y nutrición, no fue fácil. Cuando llegó al club, Jorge Célico, entrenador de esa época, pensaba que era vendedora de suplementos alimenticios. Tuvo que insistir tres días en que ella era nutricionista y que no vendía nada. Solo quería una oportunidad en el fútbol ecuatoriano.

“Al principio asusta un poco tener nutricionista, porque nunca había tenido a alguien en esa función. La verdad me hicieron bien todos sus consejos. No estoy pasando hambre. He bajado la talla y grasa corporal”, dice el golero Galíndez al referirse a la profesional.

Para Escobar, el trabajo de Corobo ha sido productivo. Siente que sus muchachos ahora están más ligeros. Es que ella está pendiente hasta de que tomen agüita constantemente después de los entrenamientos.

“Uno de los errores más comunes que vi es que la mayoría de jugadores llegan a la práctica sin desayunar. Eso es gravísimo para deportistas de alto rendimiento”, asegura la venezolana de 25 años.

La idea de esta joven nutricionista no es hacerles morir de hambre o que pasen comiendo solo vegetales para bajar de peso. De hecho, para ella las tallas son lo menos importante. Su misión es que coman lo que realmente necesitan.

“A veces los deportistas siguen las dietas que les preparan sus novias o esposas. Pero no está bien, porque dejan de consumir alimentos que son fuente de energía”, dice.

Corobo asumió uno de los retos más importantes de su carrera en el Aragua FC, de su natal Venezuela. Ahí entendió que entrar en un mundo de hombres es más fácil de lo que parece. Lo único que necesita es convencer a los demás que lo que ella hace es necesario.

Con esa idea buscó convencer a los duros de la Católica y a los cuatro entrenadores que estuvieron en Primera (Célico, Gustavo Díaz, Marcelo Romano y Escobar).

Empezó en formativas y ahora ya ganó espacio en el primer equipo. En los días de partido, tiene apenas tres minutos para que todos los jugadores coman fruta y se hidraten en el camerino antes de que empiecen a desnudarse para cambiarse de ropa.

“Acá en Católica no me siento extranjera y tampoco he sentido acoso de ningún tipo. Hay gente de Colombia, Venezuela y Argentina y con todos me llevo bien”, asegura la nutricionista llanera. Ella pidió una prueba en forma­tivas y ahora ya es parte de la plantilla. Pasó un informe a mediados de diciembre y recién este año es parte del equipo.

“Yo quería crearles la necesidad de una nutricionista en base de resultados. Hice diagnósticos y seguimiento a jugadores de formativas. Algunos de ellos ya están en primera y han rendido”, asegura.

Escobar está encantado con el trabajo de la venezolana. Dice que ella es clave en su cuerpo técnico. Incluso en las concentraciones está pendiente de los menúes y de que siempre estén hidratados.