El invicto sigue: el de LDU y el de BSC
Hay golpes que dejan secuelas, de los que cuesta trabajo sacudirse. En la fecha cinco, Liga reabrió las heridas que tiene con Barcelona y lo recibió en el estadio Rodrigo Paz, en donde los toreros le propinaron uno de los dolores más grandes, el 29 de diciembre: les dieron la vuelta olímpica.
Era una ocasión para empezar a redimirse, para rebelarse de aquel cercano pasado doloroso. Pero Liga sigue siendo un equipo de pocas certezas, de muchas dudas y de poca actividad coral. Si no fuese por Christian Martínez Borja, endiablado atacante, ¿qué sería de los albos?
Fue un partido de toma-daca, de castigo constante en las dos áreas. A los 19 minutos, Damián Díaz sacudió el parante de Adrián Gabbarini con un remate de primera, sorpresivo. Fue un casi golazo: pero en la jugada siguiente, respondieron los universitarios con furia gracias al ‘Parce’ que la mandó al fondo del arco de Javier Burrai para marcar el 1-0.
Era un tanto para ganar en confianza, para creer que era posible tumbar el invicto de cuatro fechas de los toreros. Pero, en el primer minuto de adición de aquel primer tiempo, Emmanuel Martínez anotó. En la jugada previa hubo falta de Carlos Garcés sobre Franklin Guerra, una acción que pasó por alto el juez Luis Quiroz.
La igualdad tenía un sabor a justicia en ese momento, porque la ‘U’ no encontró los caminos para gobernar el juego. Los dirigidos por Pablo Repetto ya no son el equipo dominante de largos tramos del 2020, como si el efecto de la final perdida aún los atormentase.
Y las cosas iban a peor cuando Damián Díaz definió un penal picando el balón al estilo Panenka, a los 52 minutos.
A diferencia del 7 de marzo del 2020, Díaz tomó el balón y dio el paso al frente para cobrar el tiro. Lo hizo de forma magistral, confirmando su excelsa coyuntura: fecha a fecha, el ‘Kitu’ marca diferencias y justifica su llamado a la Tri.
Por suerte para Liga, Martínez Borja está encendido. El colombiano igualó en la jugada posterior al penal de Díaz para marcar el 2-2. Fue un gol sicológico que impidió que los amarillos administrasen su ventaja y que los albos entren en desesperación.
El 2-2 final confirmó el invicto de Liga jugando como local en su estadio, desde su inauguración en 1997. Aunque aquel detalle suena menor por la vuelta olímpica que dio el Ídolo en el 2020. Una herida que aún no cierra.
