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Futbolero
22 de octubre de 2019 14:13

Carlos Cuero es pura velocidad y talento

El lateral izquierdo, Cuerito, llegó y se afianzó con el DT Gabriel Schürrer. Foto: David  Paredes / ÚN

El lateral izquierdo, Cuerito, llegó y se afianzó con el DT Gabriel Schürrer. Foto: David Paredes / ÚN

David Paredes
(D)

Volver a Quito era uno de los anhelos que tenía Carlitos Cuero. El lateral izquierdo del Aucas quería una revancha. En Deportivo Cuenca, su anterior club, jugó muy poco.

En el 2017 defendió la casaca morlaca en seis ocasiones, y recién el año pasado pudo consolidarse y completó los 36 juegos.

Por eso, cuando le propusieron llegar al Aucas no lo dudó. El DT Gabriel Schürrer, quien ya lo había dirigido en Cuenca, lo necesitaba. Ese fue el nexo, y así comenzó la nueva experiencia. Cuerito ha demostrado madurez en su juego.

“He crecido mucho desde mi debut profesional en Independiente del Valle. En ese club no tuve todas las oportunidades que necesitaba. Fui al Cuenca (2017) y recién el año pasado pude demostrar mis condiciones”, dijo el esmeraldeño.

Se fue a vivir en Sangolquí para estar cerca de sus panas. Fue al mismo barrio donde vivía cuando era rayado. De vez en cuando se junta con los muchachos que fueron sus compañeros y que en su mayoría están en el Independiente Juniors, en la Serie B.

Con Aucas quiere demostrar por qué Schürrer lo pidió para reforzar la plantilla.

Entre ceja y ceja tiene un plan: se propuso clasificar a otra copa internacional. Con el IDV jugó Libertadores y llegó a la final. La temporada pasada jugó la Sudamericana, y llegó a los octavos de final.

Gustavo Zubeldía, preparador físico de los orientales, aseguró que Cuero es uno de los futbolistas más rápidos del equipo.

Trabaja bien en reacción y por eso ha sido considerado en el equipo titular, desplazando a otros al banquillo. “Es un jugador rápido, de los que más corre con respecto a su posición. Se nota su largo proceso de formación, y eso nos ha facilitado a la hora de entender las disposiciones de Schürrer”, dijo Zubeldía.

Pero esa velocidad tiene una curiosa explicación. Cuero le confesó a ÚLTIMAS que se hizo rápido desde chiquito, de tanto corretear y escapar de los castigos de su madre.

“Gané esa velocidad cuando me corría de mi mami. Me pasaba cuando sacaba malas notas en la escuela. Ella reaccionaba con las ollas y las zapatillas en la mano y yo era más rápido y ágil”, broméo el lateral.

En formativas se desempeñaba como defensa central, pero sus profesores vieron sus cualidades de velocista y su agilidad con el esférico, y por eso le ofrecieron el puesto de lateral.

No recurre al golpe cuerpo con cuerpo. Es de los que prefiere sacarse un jugador de encima con una finta. Su hermano Darío Batalla le enseñó la técnica y a ser más dúctil con el esférico.

Él también es futbolista, pero juega de golero en la Segunda Categoría de
Esmeraldas
. Cuero y Batalla juegan juntos solo en los picaditos del barrio.

Este año ya demostró su estilo. Le hizo ‘sufrir’ a Antonio Valencia, jugador de Liga de Quito, en el último Superclásico de Copa Ecuador, en Chillogallo.