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Futbolero
15 de enero de 2019 12:21

A Andrés Chicaiza no le pesa el histórico ‘10’ de Liga de Quito

Andrés Chicaiza en uno de los primeros entrenamientos con Liga, en esta pretemporada. Foto: ÚN

Andrés Chicaiza en uno de los primeros entrenamientos con Liga, en esta pretemporada. Foto: ÚN

David Paredes
(D)

Cinco años después, Andrés Chicaiza volverá a vestirse de blanco. El mediocampista otavaleño regresa a la capital con la misión de consolidarse como profesional. Desde que dejó Liga, en el 2014, su suerte cambió.

Peregrinó por clubes de la Sierra centro (Técnico Universitario, Mushuc Runa y Olmedo) hasta calzar en el Delfín, donde fue uno de los protagonistas.

“Estoy contento con volver a un equipo como este. Liga es una institución seria. Vengo para ganarme un puesto”, contó emocionado Chicaiza a ÚLTIMAS, quien deslumbró a la dirigencia alba con sus gambetas y visión de juego.

Su primera semana en el equipo fue intensa. Entre chequeos médicos, entrenamientos y adaptación a la nueva plantilla, el nuevo ‘10’ de LDU ha tratado de sacar tiempo para buscar su nueva vivienda.

A diferencia de hace cinco años, ahora está acompañado. Su esposa, Daniela, y su hija, Noelia, son su principal fuente de inspiración.

“Estoy esperando que termine la pretemporada para que podamos estar juntos otra vez. No tengo vivienda aún y espero que todo se resuelva rápido”, agregó ‘Andi’, quien en Manta cumplió algunos de sus sueños.

El cuadro cetáceo le permitió disputar una Copa Libertadores y ser vicecampeón nacional. Ahora, en Liga, busca nuevos retos.

“Cuando uno viene a un equipo como Liga, no es difícil cambiarse de ciudad. Además, esto me permite estar cerca de mi familia,que para mí es lo más importante”, aseguró el mediocampista que en Manta se ganó el apodo de ‘Mago’.

Antes de las vacaciones y después de que se confirmara su vinculación a la ‘U’, le dejó algunas misiones a sus panas. La más importante fue para Francisco Mera.

Le pidió que por favor cuidara de lo perritos que viven en el Complejo Los Geranios. ‘Chica’, Jacob Murillo y Bryan Oña (los tres ya no están en Delfín), eran los encargados de cuidar a los perritos. Eran los padrinos de ocho cachorros en suelo manabita.

“Le dije a Mera que se haga cargo de los perros. Ojalá que los que quedan en Delfín sean igual de apegados que nosotros a los animalitos”, manifestó el mediocampista, de 26 años.

Desde que llegó a Pomasqui, sintió la camaradería. Hernán Pellerano fue uno de los primeros en hablar con él. El defensor argentino, que está lesionado, se sentó durante los chequeos médicos para hablar de su adaptación y para conocer cómo se sintió con el cambio de club.

Además, en la primera práctica, Édison Vega pidió hablar para darles la cordial bienvenida a los nuevos.

“Si están en Liga, es porque tienen condiciones. Con Andrés ya nos hemos enfrentado varias veces y el DT sabrá cómo ubicarlo dentro de la cancha”, dijo Vega, uno de lo capitanes del club.

Para Andrés, llevar nuevamente el ‘10’ del campeón en la espalda no será problema. Ya lo usó en el 2014, en la Reserva y lo lució en todos los clubes que militó.

“No hay presión extra por usar este número. No me pesa, porque lo usé siempre. Creo que estoy preparado para semejante responsabilidad”, afirmó.

Chicaiza no considera como una revancha este regreso a Quito. Recuerda que durante el año que trabajó en Pomasqui nunca pudo conversar con Luis Zubeldía, quien en ese entonces era el DT.

En esa categoría compartió cancha con Ánderson Julio, Leonel Nazareno y César Batalla, que ahora son parte del primer equipo. Está ilusionado con jugar otra Libertadores seguida.