La equidad de género es prioridad en la sociedad

La equidad de género, según los especialistas, tiene muchos factores y matices. De acuerdo con algunos se inicia en el lenguaje y sus mensajes tanto verbales como no verbales. La comunicación discriminatoria genera actitudes y comportamientos excluyentes, a veces inconscientes pero reales, que afectan las relaciones entre las personas.
Así, el trato que le da el esposo a su esposa, y viceversa, imprime modelos que los hijos sean hombres o mujeres, incorporan y aprenden,
para luego reproducirlos durante sus vidas.
La comunicación
A continuación expresamos algunas recomendaciones en esta línea, con el objetivo de presentar alternativas para crear verdadera ciudadanía, partir de mensajes no sexistas o discriminatorios. No son, desde luego, recetas pero sí reflexiones que podrían ayudar a aquellas parejas que deseas lograr equidad de género en sus hogares:
-Reconocer sus derechos y respetarlos tanto en usted como en su pareja.
- Manifestarse tal cual es y de revelar su propio yo, según la situación en particular en que se encuentra, de manera que su conducta y su expresión sean adecuadas.
- Tratar siempre de expresar sus sentimientos, sean estos de enojo o de ternura, a fin de que su pareja sepa la reacción que le producen los diferentes aspectos de su relación.
- Actuar de tal forma que aumente su autoestima y el respeto que siente por usted y por los demás.
- No confundir los papeles. Recuerde que una buena comunicación le permitirá defender sus derechos, pero a la vez lo lleva a defender los derechos de su pareja.
- Examinar a menudo sus conductas, en la relación de pareja y con sus hijos.
Ambientes positivos
La equidad de género se aprende en la cotidianidad. El hombre debe “entrar” a la cocina y ayudar. La cocina no es ya el escenario “natural” de las mujeres. Lo que decimos de la cocina tendría el mismo tratamiento en caso de la lavandería y otros menesteres “exclusivos” de las mujeres.
La práctica, los gestos y las actitudes de participación sobre la base del respeto y la cooperación crearán ambientes positivos para que la equidad de género se dé en forma espontánea y efectiva. Porque nada de lo que es impuesto resulta fácil; puede, de hecho, generar violencia. Y la violencia conduce a más violencia.
Por lo tanto, relacionarse de modo distinto provocará que su pareja comience a relacionarse de modo distinto con usted. La equidad de género se aprende en el hogar, y de nosotros, los padres, depende en buena medida los resultados.