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En Las Aulas
19 de agosto de 2020 13:33

Alistarse para esta vuelta a clases

Ya hay que ver los cuadernos que usarán. Mochilas, por ahora, no serán necesarias. Foto: Archivo / ÚN

Ya hay que ver los cuadernos que usarán. Mochilas, por ahora, no serán necesarias. Foto: Archivo / ÚN

Yadira Trujillo. (I)

En 15 días, los estudiantes empezarán un nuevo año escolar desde casa, por la pandemia del covid-19. Este inicio no vendrá con reencuentros entre amigos ni uniformes nuevos y, en muchos casos, tampoco útiles.

Las clases empezarán en modalidad virtual desde el 1 de septiembre.

Empezar las rutinas
Los 15 días previos al inicio de clases son claves para establecer rutinas, dice Renata Castillo, profesora de la carrera de Educación de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Desde ya, los padres deberán acompañar a sus hijos en un proceso en el que se acostumbren a definir la hora de dormir, de despertarse, desayunar, conectarse a las clases virtuales y otras actividades del día.
Iniciar desde ahora -sostiene- es lo más adecuado, “esto no debe empezar el primer día de clases.

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Al no reencontrarse con amigos de forma presencial, la especialista de la USFQ señala que los profesores o los padres deberían incentivar espacios virtuales lúdicos en los que los estudiantes hablen de cómo fueron sus vacaciones. “Los niños y adolescentes perdieron el contacto, es importante fomentar espacios con sus pares para cuestiones que no sean
las escolares”.

Marcar el inicio
Es importante que los estudiantes sientan que están frente a un nuevo comienzo, aunque en una modalidad diferente, dice Castillo. “Antes forraban cuadernos, preparaban mochilas”.

Para esta nueva normalidad recomienda que los muchachos decoren sus espacios donde van a trabajar, por ejemplo, plasmando su horario de clases en la pared y con otros detalles, para que sepan que empiezan algo nuevo.

Según la edad
Hay tres grupos de chicos que empezarán clases, señala la psicopedagoga Cristina Tapia, del centro Crecemos. Los primeros son aquellos que no vivirán un cambio significativo, por ejemplo, quienes pasan de cuarto a quinto de Básica. Debido a que terminaron el año bajo la misma modalidad -explica- su rutina no tendrá mayor variación y se adaptarán rápidamente.

El segundo grupo son los niños que empezarán una experiencia educativa o que su nivel es trascendental en el desarrollo del aprendizaje, por ejemplo, los de pre escolar, segundo de Básica y octavo año. “Son chicos que requieren de todo el apoyo de los padres, ya que necesitarán adaptarse a horarios y modalidades”.

Es importante -dice Tapia- que se pueda ensayar en estos 15 días, es decir, a manera de juego, que los padres generen una clase y la puedan hacer con sus hijos, para ver cómo se desem­peñan y sobre todo qué apoyo dar ante las falencias identificadas.

El tercer grupo son los adolescentes, que están en la etapa de desarrollo en la cual lo social es primordial, y lo hacen ahora a través de entornos virtuales. “Debemos brindar apoyo (reuniones ‘online’ a determinadas horas, estar atentos a las clase) para que esta socialización no se tergiverse ni ocasione problemas futuros”.

Falta de atención
Para los alumnos con dificultad para mantenerse atentos a la pantalla, Tapia señala que es importante identificar si esto obedece a trastornos o si existe alguna necesidad educativa especial. “Lo importante es retomar sus procesos terapéuticos, pero si no es hay un trastorno, debemos ya ensayar con ellos”.

La especialista detalla que se puede empezar con cinco minutos por día conectados a entornos similares a las clases virtuales. Luego pasan a 10, a 20 y a 30, para que los hijos se vayan adaptando, antes del inicio de sus clases.

Repasar contenidos
Tapia recomienda que durante estas últimas dos semanas de vacaciones, los estudiantes repasen contenidos del año pasado. Para el agotamiento por exceso de conexión, la educadora sugiere pausas, tomar líquidos y comer frutos secos, además de dormir más de ocho horas, para que el cerebro de los alumnos tenga un mejor rendimiento.