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El Jefe Eres Tú
11 de noviembre de 2019 16:19

Los pleitos en  el trabajo se pueden solucionar

Las diferencias de criterio son normales en el trabajo, pero no controlarlas puede afectar la productividad. Foto: Freepik

Las diferencias de criterio son normales en el trabajo, pero no controlarlas puede afectar la productividad. Foto: Freepik

Redacción El jefe eres tú
(I)

Es normal tener diferencias o discusiones entre compañeros de trabajo. Los equipos en las empresas están conformados por personas con diferentes personalidades y carácter, por eso no siempre hay compatibilidad.

En otras ocasiones, los procesos y responsabilidades dentro del trabajo generan situaciones de tensión, estrés o dificultades de comunicación en las que los compañeros terminan discutiendo a pesar de tener una buena relación.

Un tercer factor que genera peleas en el trabajo es la resistencia o negación ante las diferencias de criterio entre personas o áreas.

Para que los conflictos no se conviertan una constante y escalen a situaciones que tornen insoportable ir a trabajar, un punto clave es una buena comunicación.

Mabel Ocampo, especialista en talento humano, explica que la inteligencia emocional puede ayudar a las personas a escuchar con más atención, tener empatía y comunicarse mejor, en lugar de reaccionar con confrontaciones y normalizar las peleas.

El portal especializado Psicología y Mente explica que la inteligencia emocional estudia la manera en la que las personas pueden influir de un modo adaptativo e inteligente tanto sobre sus emociones como en la interpretación de los estados de las personas que los rodean.

Otro factor que puede influir en un ambiente con menos conflictos es la amistad en el trabajo. Al compartir ocho o más horas diarias con las mismas personas, puede terminar considerando a sus compañeros como amigos. Y esto puede hacer que el ambiente y la productividad mejoren, aunque eso no significa que en determinadas situaciones se den discusiones.

Un estudio realizado por Gallup en el 2018 mostró que las personas que dijeron tener amigos en su área de trabajo son hasta un 20% menos propensos a renunciar, y presentan menos riesgos de desarrollar malos comportamientos o hábitos laborales.

Según Ocampo, los conflictos pueden generar problemas de productividad en el área, la organización e incluso afectar el nivel de satisfacción de las personas en su lugar de trabajo.

Si está en una situación que podría derivar en pelea o roces, no ataque a la persona, sino al conflicto. Debe estar dispuesto a conversar con su colega sobre las alternativas para solucionar el problema; no es bueno quedarse callado.

Si los conflictos no son resueltos entre las dos partes, el jefe inmediato puede intervenir. Este debe hacer un análisis y tener un claro entendimiento de la situación. El departamento de RR.HH. también puede actuar como mediador.

Ocampo menciona que las organizaciones también tienen retos. Entre ellos, el de fomentar el desarrollo de competencias como la comunicación auténtica, la negociación constructiva, el desarrollo de líderes dentro de la organización y el impulso de culturas colaborativas de trabajo sustentado en valores.

Consejos

Identifique. 
Reconozca cuál es la situación que está generando la discusión o los roces.

Hable. Si hay algo que le está molestando, es mejor no quedarse callado. Al hablar con su compañero, no ataque a la persona, sino concéntrese en el problema.

Empatía. Al dialogar debe estar dispuesto a escuchar a la otra persona. Intente ponerse en sus zapatos. En ocasiones, por la euforia o la molestia, los trabajadores no escuchan con atención a su interlocutor, solo piensan en qué responderán.

Propuestas. El diálogo debe ser constructivo. Cuando hable con la persona, busque ideas que podrían ayudar a encontrar una salida.