Pilas con los fraudes en línea sobre el covid-19
Los estafadores no respetan ni siquiera la cuarentena y la pandemia del covid-19. Estas malas personas saben que muchos quiteños están empezando a usar el comercio electrónico, es decir, las ventas a través de Internet, y están al acecho de víctimas para estafarlas.
Un estudio elaborado por la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, la Cámara de Comercio Electrónico y Banco del Pacífico dice que 13 de cada 100 personas empezaron a hacer compras ‘online’ en los últimos tres meses, por el covid-19. Ese dato deja ver que hay más usuarios del comercio electrónico, pero que aún son principiantes en las compras en línea.
Eso es lo que esperan los estafadores. Michelle Guerrero, del portal Tusfinanzas.ec, dice que la incertidumbre en torno a la pandemia ha creado más oportunidades para los ‘hackers’ y otros ladrones. “Con tantas personas trabajando desde casa, nuestros dispositivos tecnológicos se han convertido en un objetivo atractivo para aquellos que buscan infiltrarse”.
Esta experta en educación financiera añade que los expertos en seguridad indican que han visto un aumento en las estafas que invaden nuestras bandejas de entrada, teléfonos y sitios web. “Muchas personas se sienten vulnerables al trabajar desde sus casas”.
Guerrero indica que existen muchos sitios web falsos. Algunos parecen clones de páginas web en las que navega la persona, “pero únicamente quieren los datos de tus tarjetas de crédito. Una vez que dejas los datos de tu tarjeta, los estafadores pueden usar esta información para cometer un fraude”.
¿Cómo evitar la estafa? Verifique la URL o dirección del sitio web. Un sitio falso puede parecer idéntico a un sitio web que utilice, pero el nombre de dominio en la barra de direcciones puede ayudar a identificar si se trata de una página falsa.
Otro consejo es instalar un bloqueador de anuncios. Para evitar que su navegador cargue un anuncio sospechoso que busca su información personal, puede descargar una extensión de bloqueo de anuncios para su navegador, es decir para el programa con el que navega en Internet.
Otro canal para las estafas son las llamadas telefónicas. Según Guerrero, las llamadas se han convertido en una gran preocupación durante estos momentos, ya que las personas aprovechan para fingir que son un agente bancario solicitando información confidencial de sus cuentas, y si no estás atento puede caer en este tipo de estafa.
Si sospecha, cuelgue el teléfono y vuelva a llamar. “Debemos desconfiar de cualquier llamada de una empresa u organización. Por ejemplo, si su banco llama con una alerta de fraude, cuelgue y llame al número de servicio al cliente que está al reverso de su tarjeta y pregunte al banco si realmente intentó llamarle.
Ojo con los números guardados en su teléfono. Guerrero dice que es posible suplantar un número telefónico, de un banco por ejemplo, que pueda estar en su lista y así confiarse, al creer que es una llamada de un sitio legítimo. “Supongamos que tiene guardado en su teléfono el número de soporte de un banco. Si un estafador falsificó ese número y llama, su teléfono mostrará que está recibiendo una llamada de un número conocido. Es mejor no guardar este tipo de contactos”, aconseja.
Pilas
Los estafadores pretenden ser organizaciones relacionadas a la pandemia, y envían correos con información sobre el virus. Así, contienen enlaces a sitios web que solicitan información personal, o descargan virus.
Verifique el remitente. Al igual que en los sitios web falsos, las direcciones de correo fraudulentas se verán como legítimas, pero no son idénticas a las direcciones reales.
No haga clic en hipervínculos o links desconocidos. En la mayoría de los programas de correo electrónico, puede usar el ‘mouse’ para tener una vista previa de la página que se abrirá. Si parece sospechoso, marque el correo electrónico como spam y elimínelo.
Al trabajar desde casa puede verse tentando a usar su computadora y dirección de correo personal. Pero estas herramientas pueden verse vulnerables a un ataque.
