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El Jefe Eres Tú
3 de septiembre de 2018 14:05

¿Qué hacer si tiene una mala relación con su jefe directo?

Imagen referencial. Malas actitudes verbales y no verbales contra un empleado o el equipo de labor tienen los jefes hostiles. Foto: Pixabay

Imagen referencial. Malas actitudes verbales y no verbales contra un empleado o el equipo de labor tienen los jefes hostiles. Foto: Pixabay

Redacción El jefe eres tú
(I)

Para usted es categórico, su jefe le odia. A veces es solo paranoia; pero, ojo, otras es real.

Antes de tomar una decisión de qué debe hacer es necesario que se asegure que en verdad existe un grave problema con él.

Expertos en recursos humanos explican que uno de los signos clásicos es que evita hablar lo menos posible con usted. Asimismo, reduce casi a la totalidad el contacto visual, porque teme que note su hostilidad; otro aspecto es callarse cuando usted pasa o alejarse para evitar el saludo.

En cuanto a los temas profesionales, un jefe hostil va a impedir que participe en cualquier proyecto en el que tenga que tomar decisiones. No le considera la persona indicada para hacerse cargo de nada.

El jefe que le odia jamás hará una valoración positiva de usted o de su participación en el equipo. A veces, incluso, es mejor que se quede callado porque si habla puede que llegue a hacer una infravaloración.

A veces la mala actitud no solo es con una persona sino con el equipo entero. Esto se puede observar cuando existen discusiones permanentes de manera personal o a través de chats.

También, un jefe hostil demuestra actitudes no verbales de la misma naturaleza. Entre ellas se encuentran cruzar los brazos en frente de usted, no levantar la cabeza del ordenador o el teléfono mientras le está hablando, entre otras.
Impedirle su participación en reuniones o trabajos es otra grave señal.

Consejos

Si usted 
ya ha comprobado que su jefe le odia tiene que tomar algunas acciones. Una de ella es jamás bajar la guardia. A pesar de todas las cosas terribles que pueda estar pasando siga haciendo su trabajo con el mayor profesionalismo.

La actitud es importante. No actúe a la defensiva; es clave que tenga inteligencia emocional. Deje que sea su jefe el que pierda la cabeza y no usted.

En el caso que la situación sea grave y resulte ignorado, se le rebaje de puesto o de sueldo o reciba maltrato verbal o físico debe de denunciar la situación de manera urgente al ministerio de Trabajo. La figura puede ser acoso laboral y eso tiene sanciones.

Otra opción, siempre y cuando haya la receptividad del caso, es que usted acuda a los superiores de su jefe. Cuénteles la historia si ve que la persona en cuestión no está dispuesta a dialogar. Tal vez sea posible llegar a consensos.

Si es posible hablar de manera civilizada debe encarar a su jefe y llegar a acuerdos. Es clave que usted elija un tono conciliador.

Si encuentra 
otro trabajo que le brinda estabilidad, seguridad y un buen ambiente de labor es recomendable que deje el lugar en donde la vida se le ha tornado imposible.

Es fundamental que las empresas se den cuenta de los malos elementos. Estos pueden llevar a una rotación permanente de personal y no aportan al crecimiento de los trabajadores como profesionales ni de los equipos de labor.

La comunicación con el personal es clave. Eso debe estar a cargo de los departamentos de recursos humanos.