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El Jefe Eres Tú
27 de enero de 2020 16:29

Existen deudas buenas, pero también de las malas

Imagen referencial. Si se endeuda, por ejemplo, para comprar una casa, es una deuda buena. Foto: Pixabay

Imagen referencial. Si se endeuda, por ejemplo, para comprar una casa, es una deuda buena. Foto: Pixabay

Redacción El jefe eres tú
(I)

No toda deuda es mala. De hecho, la mayoría de la población se endeuda para cumplir un objetivo: comprar una casa, un auto, viajar, etc.

El tema clave es diferenciar entre lo que es una deuda buena y una mala.

La buena permite adquirir un activo que a la larga será productivo. Por ejemplo, la compra de una casa o departamento, la educación de los hijos o la puesta en marcha de un negocio.

La mala implica pedir plata para comprar cosas que no necesitamos. “Es dinero que solo usted tendrá que pagar sin ayuda de nadie”, dice Robert T. Kiyosaki, gurú de finanzas personales.

La deuda mala se destina, casi siempre, al consumo. Y el agravante es que crece con el mal uso de la tarjeta de crédito. Lea estos consejos de Gary Flor, experto en finanzas personales.

Las diferencias


Una deuda 
no es mala, ya que a través de un crédito tenemos la posibilidad de adquirir bienes y servicios que satisfagan nuestras necesidades, partiendo de la premisa que el endeudamiento es un ahorro forzoso, en la medida que utilizamos de mejor manera los ingresos, sin malgastarlos.

Una deuda buena será aquella en la que el producto adquirido dura más allá del plazo del crédito acordado con la entidad financiera o comercial, por ejemplo una casa.

Si nos endeudamos para comprar una refrigeradora, podríamos pagarla en uno o dos años, pero su duración podría ser de 10 años, es decir, esta sería una deuda buena. Por el contrario, si compramos con crédito diferido a 90 días alimentos que los vamos a consumir en 15 días, sería una deuda mala.

Si obtenemos un crédito para llevar adelante un negocio, será una deuda buena cuando la actividad económica genera suficientes ingresos como para pagar las cuotas.