Tres claves para que sus niños aprendan a ahorrar
Regalarle una alcancía a su hijo es un primer paso, pero no suficiente para que el pequeño aprenda a ahorrar.
Guardar dinero es un reto incluso para los adultos que no hacen un presupuesto de sus ingresos y que, por ende, no logran destinar un porcentaje de dinero al ‘chanchito’.
En Ecuador, de acuerdo con un estudio realizado en 2017 por el Banco Central, de 4 442 hogares encuestados, el 62% dijo no tener la costumbre de ahorrar dinero. Pero eso puede cambiar si se instruye a los niños, desde pequeños, sobre el ahorro.
“El niño que aprende desde temprana edad a manejar correctamente el dinero tiene más oportunidades de convertirse en un adulto con objetivos financieros claros y una salud financiera estable”, dice Natalia Garzón, directora ejecutiva de la Fundación Bienestar de Mutualista Pichincha.
La especialista señala que a partir de los 5 años, los niños empiezan a desarrollar su capacidad para dar valor a las cosas.
De ahí que esa podría ser una edad apropiada para que comience a incentivar a su niño a llenar el cepo.
En Ecuador entidades como BancoProcredit y Banco Guayaquil tienen programas de educación financiera para niños de cinco a ocho años, enfocados en el ahorro.
Los consejos le serán útiles para ayudar a sus hijos a guardar platita.
Tres consejos
Ejemplo. Si el pequeño ve que sus papás gastan de más y luego discuten porque no les alcanza el dinero, corre el riesgo de repetir esas conductas cuando tenga su propia plata. Adopte el hábito de ahorrar, por lo menos, un 10% de sus ingresos y cuéntele a su hijo que así como él guarda dinero en su alcancía, usted lo hace en una cuenta.
Mesada. Darles cierta cantidad de dinero a sus hijos a cambio de cumplir una responsabilidad es importante para que aprendan a cuidar su mesada, porque es resultado de un esfuerzo. No les dé sumas altas y mantenga una comunicación con ellos sobre cuánto dinero tienen. Hay familiares que les obsequian dinero y los pequeños pueden gastar eso en cosas innecesarias sin avisarle.
Metas. Enséñele a su hijo que el dinero que está ahorrando es para una finalidad. Ahorrar con una meta siempre es inspirador. El niño puede aprender que hay gastos prioritarios y gastos que no son siempre necesarios. Así podrán identificar juntos a qué se destinará el ahorro.