Al acceder a un préstamo evite estos cuatro errores
El crédito es una herramienta que puede traer ventajas y desventajas a su vida.
Según una encuesta de inclusión financiera presentada en el 2018 por el Banco Central, de 4 442 encuestados, un 14% dijo haber accedido a un crédito durante el último trimestre.
Entre las ventajas el portal de educación financiera del Banco Guayaquil menciona que un crédito permite cubrir apuros financieros. Además ayuda a incrementar el patrimonio, al adquirir bienes sin tener que pagar todo el valor por anticipado.
Las desventajas de este servicio vienen cuando las personas incurren en errores, como por ejemplo, no realizar un análisis de las posibilidades de pago o no tener clara la finalidad que se le dará al dinero.
Hay casos en los que las personas obtienen un crédito y, por mala planificación, ya no necesitan el bien o el servicio que tenían pensando adquirir.
Esto es un problema, ya que acceder a un préstamo implica pagar intereses.
Además, según se explica en el programa de educación financiera Tus Finanzas, pedir un préstamo compromete su flujo de efectivo a futuro, ya que deberá hacer pagos y por ende contará con menos recursos para otras cosas en que pudiera necesitar.
Estos consejos le permitirán identificar los errores comunes al pedir créditos.
Errores comunes
Pagos. Si va a acceder a un crédito, debe estar seguro de que podrá afrontar la deuda completa. No se endeude si no tiene un trabajo fijo o si sus ingresos mensuales no le permiten cubrir las cuotas y a la vez, los gastos fijos.
Uso. Las entidades financieras suelen ofrecer créditos de consumo a sus clientes sin que lo hayan solicitado, pero, si usted no tiene claro para qué usará el dinero, no lo acepte. Si adquiere el préstamo sin un fin, terminará gastando en cosas innecesarias y afectará su presupuesto.
Condiciones. Antes de aceptar una deuda, infórmese sobre las condiciones del crédito como: cuotas, plazo de pago, tipo de tasa de interés que le cobrarán (hay tasa de interés alemana y francesa), posibilidades de refinanciamiento, entre otros.
Prestamista. Evite pedir prestado a chulqueros que cobran altísimos intereses o a personas cercanas, pues podría afectar la relación. Lo más seguro es acudir a bancos o a cooperativas autorizadas.
