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24 de diciembre de 2016 12:02

En día y medio grabaron 10 villancicos

Luis y Juan Trujillo (de izq a der.) posan en la pileta de la Plaza Grande. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Luis y Juan Trujillo (de izq a der.) posan en la pileta de la Plaza Grande. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán

Más de medio siglo después, los villancicos de Los Pibes Trujillo siguen sonando en Quito. Aún guagüitos, tenían entre 9 y 11 años, grabaron un LP de 10 canciones, y lo hicieron en chulla día y medio, allá por 1964.

Marco (primera voz, 1949), Luis (segunda voz, 1950) y Juan (primera voz, 1951) nacieron en Quito, en el barrio América. El nombre artístico del grupo lo heredaron del conjunto que formó su padre (Flavio Trujillo) con su tío (Rómulo). Ellos eran, por los 30, cantantes de pasillos.

Inicialmente estaba planeado que los pequeños cantaran música nacional; sin embargo, cuando Segundo Bautista los escuchó notó que no estaban para pasillos o sanjuanitos. Al final se decantaron por los villancicos que cantaban en el coro de la iglesia Perpetuo Socorro.

Y como no les costó memorizar las letras, la grabación salió en día y medio. Bautista hizo los arreglos y dirigió la producción con el sello Ónix; Rosalindo Quintero y su Conjunto acompañaron a los niños.

Tras la grabación, los pequeños cantantes eran el centro de toda fiesta de su escuela: la Pablo Julián Gutiérrez. Pero cantaban música nacional.

Medio siglo después, los hermanos Luis y Juan comentan -con cierta tristeza- que su sueño fue ser cantantes de música nacional.

Pero Luis se dedicó al fútbol y luego, en 1981, fue funcionario municipal; Juan se decantó por la electricidad. El tercer hermano, Marco, se inclinó por la pintura; pero murió en 1978. Su paso por la música no les dio, cuenta Luis, ningún rédito.