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19 de enero de 2017 14:47

Ramsés es un 'as' con su pincel

El pequeño pintor trabaja duro. Tendrá una nueva exposición en los próximos meses. fOTO: otos: Betty Beltrán / ÚN

El pequeño pintor trabaja duro. Tendrá una nueva exposición en los próximos meses. fOTO: otos: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán

Es madrugador y muy metódico también. Ramsés Maldonado tiene la concentración de un ajedrecista cuando está frente a un lienzo. A sus 10 años ya lleva pintados 1 200 cuadros en diversos formatos.

Este guagua le da sin miedo al pincel y juega con los colores, con las formas. El novel artista amanece y anochece entre lápices. Retrata todo lo que está a su alrededor: paisajes, personajes animados, animales, playas, iglesias…

Aunque no todo el tiempo está dedicado a esta tarea. Su día lo divide: de 07:00 a 12:30, la escuela; de 13:30 a 14:30, dibuja; de 15:00 a 16:00, descansa y mira la TV; de 16:00 a 17:00, recibe clases de pintura y de 17:00 a 19:00, natación.

En todo es bueno. Está en sexto año de Educación Básica, en la Unidad Educativa Eugenio Espejo que está ubicada en el ‘Churo’ de La Alameda, y es un alumno sobresaliente.

En la natación también recibe felicitaciones, es tan bueno que ha participado en varios campeonatos, cosechanso 16 medallas de oro. Los dos últimos años quedó como mejor nadador en su categoría, en la Academia Valencia.

Pero lo que más le llena es la pintura. Su habilidad surgió de la noche a la mañana. Resulta que un día del 2012, como relata su padre Edwin, su hijo le dijo que le compre unas acuarelas y en la tarde ya había pintado un paisaje.

En cada obra invierte alrededor de dos horas, en otras varios días. En las acuarelas que hizo para el papa Francisco demoró varias semanas. Esas dos obras, las iglesias La Merced y Santo Domingo, trató de entregarlas, pero fue imposible por la seguridad que le rodeaba al Sumo Pontífice.

Actualmente sigue pintando y visitando los museos de la ciudad, junto con su padre. No se cansa y allí, en esos espacios, se deleita mirando las obras de los grandes pintores. Cuando estuvo en la de Guayasamín y en la de Mideros, al pequeño Ramsés se le metió en la cabeza que quería pintar en grandes formatos.

Su padre le ayudó a cumplir su deseo, aunque proveerle de los materiales resulte caro. En un mes se llega a gastar una suma cercana a los USD 1 500. Y a su padre le toca a hacer horas extras en el trabajo.

Hasta ahora, este joven talento ha realizado seis exposiciones: en la U.E. Espejo, Centro del Muchacho Trabajador, Plaza de la Independencia, La Ronda y Colegio Mejía. El 8 de mayo tendrá otra en el Museo Muñoz Mariño, en el barrio San Marcos.