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27 de enero de 2017 09:53

El desaseo de los vecinos le cuesta harto a la ciudad

Personal de Emaseo realiza la limpieza de un microbasural. Foto: ÚN

Personal de Emaseo realiza la limpieza de un microbasural. Foto: ÚN

Santiago Ponce

En Quito calza perfectamente el dicho de que la casa más limpia no es la que más se barre. Prueba de ello es que hay 158 puntos que están en la lista roja de Emaseo. En estos, la basura prolifera, además de escombros, tierra y todo lo que se puede imaginar.

En noviembre del 2016, la empresa encargada de mantener brillando a la capital, logró bajar un 10% de esos denominados puntos críticos. Pero los ruditos que botan los desechos donde sea y cuando se les ocurre contratacan.

No es tarea fácil ni barata. Emaseo emplea el 15% de su flota vehicular para la limpieza de estos. En total, hay 188 vehículos de los cuales 28 se dedican a las zonas más críticas.

Las malas prácticas de la ciudadanía le cuestan harto a la ciudad. Cada día, en promedio, se limpian entre cinco y seis puntos rojos. Por cada uno se invierten USD 800. En un chulla día, cuesta alrededor de USD 4 800. En estos se recogen unas 20 toneladas de desechos a diario.

Ese monto se invierte sin contar con la recolección domiciliaria habitual. De acuerdo con datos de la empresa municipal, por cada tonelada se gastan USD 26,59 y en la ciudad se recogen 2 000 toneladas, en promedio.

Solo vaya viendo que botar la basura a la calle, le cuesta esfuerzo y plata a la ciudad.

En Emaseo, los puntos críticos son conocidos también como un microbasural, originado en vías, aceras, terrenos baldíos, entre otros espacios. En la Administración Eloy Alfaro es donde más puntos se han identificado, 43. Le sigue la Manuela Sáenz con 29. En la zona patrimonial se redoblan esfuerzos y hay limpieza hasta con hidrolavadoras.

Uno de los principales inconvenientes, aparte del mal olor y la mala imagen, son las plagas. Según la empresa municipal, las ratas son uno de esos males. En el 2013 se alertó que había entre 90 y 95 roedores por cada capitalino.

La Ordenanza 332 establece multas. Las más recurrentes son las contravenciones de segunda y tercera clase. En las primeras, la multa es del 50% del salario básico unificado, es decir de USD 187,50. La sanción para los más ruditos puede llegar hasta los USD 700.