26 opciones para madres desesperadas
¿Se acuerda del bebé que fue botado, incluso con su cordón umbilical, en La Victoria, en el sur de Quito? Aquella criatura, de cuatro horas de nacida, ya salió de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Maternidad del Sur.
Ese caso no fue el único. En algo más de dos meses, entre noviembre y diciembre del 2016, otros dos recién nacidos aparecieron en la calle. A la intemperie.
Esas historias consternaron y alertaron a las autoridades. Más cuando en una semana, el miércoles 11, el viernes 13 y el jueves 19 de enero, se hallaron los cuerpos inertes de tres infantes en la calle, en un terreno baldío y en un baño público de un parque.
¿Por qué llegar a ese punto trágico? Las madres embarazadas que estén desesperadas, que estén pensando en no tener a su hijo deben saber que la ley posibilita varias alternativas y una de ellas es un trámite de adopción por consentimiento. El objetivo: evitar que las criaturitas sean abandonadas a la buena de Dios.
Guido Quezada, director de Adopciones y Esclarecimiento Legal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), explica el trámite. Por ejemplo, una vez que la bebé que se recupera en la Maternidad del Sur sea dada de alta, el juez podrá ordenar que ingrese a una casa de acogimiento. Eso sí, siempre y cuando no se ubique a sus parientes.
Luego la inscripción en el Registro Civil con nombres y apellidos de uso común y las investigaciones del caso. Y si no hay indicios de la familia, el juez resolverá declararla a la bebé en aptitud legal y social para ser adoptada.
Por regla, la Unidad Técnica de Adopciones realiza, en un plazo de 10 días, un informe con todo el expediente de uno de los pequeños abandonados (en temas de salud, psicológico y legal) y lo enviará al Comité de Asignación Familiar. Allí, ahora hay los expedientes de 115 familias declaradas idóneas para adoptar.
La familia escogida tendrá cinco días para aceptar o no la asignación. Y si lo hace, la Unidad de Adopciones se contactará con la casa de acogimiento donde está el pequeñito. A escala nacional funcionan 90 casas de acogimiento; mientras que en Quito, 26.
Hay 29 procesos de niños que están en trámite para ser declarados o no en adopción. Todo dependerá del proceso de investigación, porque “se puede iniciar un juicio de privación de patria potestad, pero al final el juez puede resolver la reinserción familiar”, dice Quezada. Lo que siempre se aspira, añade, es que los pequeños vuelvan con sus familias. El 2016 se cerró con 108 adopciones y 970 niños fueron reinsertados a sus familias.
