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24 de enero de 2017 17:46

‘Yo amo leer’ ya cumple 10 años en las calles

Tanya Benítez lee un libro a los niños en el mercado de Santa Clara. Foto: Cortesía

Tanya Benítez lee un libro a los niños en el mercado de Santa Clara. Foto: Cortesía

Redacción Últimas Noticias

En el bolso una selección de los libros consentidos de la casa y su voz, dulce y cálida. Sin más que el gusto por la lectura y estas dos herramientas, desde hace 10 años, Tanya Benítez y su esposo, Geovanny Pangol, salen a las calles, parques, mercados, escuelas... cualquier espacio es bueno para promover la lectura.

‘Yo amo leer’ cumple su primera década. Geovanny recuerda que empezaron con la iniciativa ‘Familias lectoras’. El Centro Tres Manuelas fue una de las primeras paradas y de ahí con familias con problemas de diversos tipos. La lectura en voz alta, con entonaciones que permiten vivir el libro, fue la primera técnica para llegar a la comunidad.

En estos 10 años, también han leído a las trabajadoras sexuales de la 24 de Mayo. Los libros de poesía, recuerdan, fueron los favoritos de las mujeres. Quizá por lo melodiosos que resultan los versos o, como dicen los promotores de la lectura, por ese momento de dulzura. Se podría decir que el Centro Histórico fue la cuna de ‘Yo amo leer’.

Con el tiempo, ha aumentado el equipo. Ahora son entre seis y ocho miembros, pero las herramientas son las mismas: las ganas de llevar los libros a las calles de Quito y el resto de país. También han trabajado en Imbabura, Tungurahua, entre otras provincias.

El más pequeño de la casa, su hijo de 6 años, es amante de la lectura. Hicieron la prueba de motivar el apego por los libros en el aula, enviándole periódicamente un libro distinto a la escuela. Llegaron a los 35 textos.

Uno de los puntos adonde siempre vuelven es el mercado Santa Clara. Las caseras ya saben a lo que van y no falta una sonrisa o un gesto de cariño, relata Tanya.
El ‘Yo amo leer’ tiene tres pasos o componentes: narración oral, lectura en voz alta y escritura creativa. Y para el cumpleaños número 10 se viene una farra, pero no con chiva ni vaca loca, sino con un encuentro internacional de mediadores de lectura.

Estos meses serán de preparación, pues prevén que sea entre julio y septiembre. Hasta tanto, seguirán leyendo en las calles y darán talleres.

Tanya y Geovanny también se dedican al teatro en el grupo La Muralla. Él va en esta línea desde hace 25 años y ella, desde hace 13. Tanya se especializó en Literatura Hispanoamericana. Meten sus conocimientos y los libros al bolso y salen a las calles.