placeholder
Las Últimas
14 de noviembre de 2017 08:24

En la Ulloa, llenos de humo

En la Ulloa, a la congestión se suma el humo que botan principalmente los buses. Foto: ÚN

En la Ulloa, a la congestión se suma el humo que botan principalmente los buses. Foto: ÚN

Redacción Últimas Noticias

Les toca estar con mascarilla. Los comerciantes de la calle Ulloa, entre la Marchena y avenida Colón, no solo están aguantando la congestión por el cierre de la avenida América, también la humareda de los buses.

“Pase el dedo por los muebles”, exclama Clara Jiménez, propietaria de una mueblería, típicas de la zona de Santa Clara. Solo de un lado de la vía, hay cinco negocios más. La huella negra es la prueba del humo que tienen que aguantar por el aumento de los buses. Unas seis líneas de transporte pasan por ese tramo, incluidas las del Corredor Sur Occidental y Central Norte.

Y como la vía es angosta, la contaminación va directo a los locales. Les toca limpiar con mayor frecuencia, dice José Vilcacundo. “Cómo será que pasan la revisión estos vehículos”, se queja.

El cierre de la América se debe a los trabajos de construcción de la parada U. Central del Metro. Según fuentes de la entidad municipal que dirige el proyecto, ellos se encargan de las intervenciones, pero no de la parte ambiental.

Para los controles de la humareda, la tarea es conjunta entre la Secretaría de Ambiente y la Agencia Metropolitana de Tránsito. Y los controles, aseguran, son permanentes en toda la ciudad. En lo que va del año se han inspeccionado 21 283 vehículos. De estos, 8 655 fueron buses, 1 323 de los cuales fueron citados. En total, hubo 4 538 automotores que recibieron una citación.

Los operativos generalmente se hacen al inicio o final de la ruta de una línea de buses. Aunque, periódicamente, se realizan en medio de la ruta. La cosa es chequear pero no armar congestión.

A la par, indicaron las fuentes de la Secretaría, está en marcha una normativa para ser más duros con los que contaminan. Hasta que eso se aplique y los trabajos sigan, en la Ulloa piden que les den una solución, pues no quieren pasar respirando humo hasta que termine la intervención, hasta el segundo semestre del 2018.