placeholder
Las Últimas
25 de julio de 2017 11:45

Reviven libros sobre lujuria, canto y exorcismo

La biblioteca del Convento de San Agustín posee 2 000 ejemplares. Foto: ÚN

La biblioteca del Convento de San Agustín posee 2 000 ejemplares. Foto: ÚN

Betty Beltrán

Con mandil blanco, mascarillas y escobillas con algodón japonés. Así andan los ocho técnicos de la Fundación Conservartecuador empeñados en rescatar 300 libros de la biblioteca del Convento San Agustín.

El convento posee una invaluable colección de 2 000 textos, mapas del siglo XVIII, libros incunables y cantorales, libros en diferentes idiomas -especialmente en latín- y abundantes documentos. La temática es, sobre todo, religiosa, pero también están las supersticiones, los exorcismos, la literatura, los acontecimientos históricos...

Todos los ejemplares requieren ser restaurados y digitalizados para su estudio y difusión. Desde el 5 de junio se inició el Programa de Preservación Emergente de la Biblioteca San Agustín, gracias al Fondo del Príncipe Claus (Holanda), con el aval del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Concluirá en octubre.

Los técnicos son especialistas en restauración de papel, pergamino y cuero, bibliotecólogos, musicólogos, expertos en lenguas clásicas, historiadores de arte, curadores... Son los encargados de hacer este trabajo en un espacio de 17,5 x 7,5 m, aproximadamente, en el segundo piso del convento.

Entre “las joyas de la corona” están un libro coral (Cantoral) y otros dos sobre exorcismo y lujuria. Los tres ejemplares del siglo XV, al igual que el resto de volúmenes, están en mal estado debido a un inadecuado almacenamiento, a la humedad y manejo al que estaban expuestos, además de estar casi todos ellos carcomidos por insectos que se alimentan de papel (bibliófagos), contó Ramiro Endara, director del proyecto.

Recordó que en este convento se creó la primera universidad del país, la de San Fulgencio, entre los años 1586 y 1752, y fue entonces cuando se inauguró la biblioteca, con una impresionante compilación de ejemplares académicos, históricos y religiosos, sumamente valiosos por su edad, contenido, originalidad y rareza.

La biblioteca requiere continuidad en la conservación, restauración y digitalización de su colección, para perpetuar una biblioteca histórica, agregó Endara.

El libro Cantoral, de 80 x 60 cm, es el emblema de este trabajo, el más mimado de todos los libros. Posee 42 páginas con partituras de cantos gregorianos y litúrgicos; la pasta es de madera, forrado con cuero y remates de cobre; está escrito en latín. Por su mal estado, es un trabajo de “alta cirugía”.