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5 de octubre de 2016 10:42

Los papás se ponen pilas ante el microtráfico

Son los papás brigadistas de la Misión Educación Cero Drogas, de 21 planteles educativos públicos de Quito.

Papás de 21 planteles educativos públicos de Quito son brigadistas de la Misión Educación Cero Drogas. Foto: ÚN 

Ana Guerrero

Se juntaron para ser guardianes, para estar pilas antes las personas que intenten vender drogas a sus hijos o encaminarlos en el mundo del consumo. Son los papás brigadistas de la Misión Educación Cero Drogas, de 21 planteles educativos públicos de Quito. En ese grupo están los papitos de la Unidad Educativa Réplica Montúfar.

En el plantel del norte de la capital, donde hay alrededor de 2 000 estudiantes, aunque todos los padres de familia participan en los grupos de vigilancia, hay tres que son tucos para una guardia: Rosa Anrango, Pablo Freire y Luis Taipe. Tienen entre dos y tres hijos en el Réplica.

Luis cuenta que los papás se rotan para hacer rondas fuera del plantel, tanto al ingreso como a la salida de los estudiantes (matutina y vespertina). Como van alternando, a los representantes les toca turno unas dos veces al año y, como máximo, tres.

Quienes están de guardia, relata Pablo, se reúnen 15 minutos antes de la entrada o salida de los chicos. Si ven a alguien extraño rondando el plantel deben alertar a las autoridades de este. Ellos no deben actuar directamente.

Rosa ya sabe cómo identificar a personas que pueden ser posibles expendedores de drogas o ‘enganchadores’: que ronden el colegio, que se queden por mucho tiempo en un mismo sitio y que acudan en repetidas ocasiones a las afueras del plantel.

La Misión, emprendida por el Ministerio de Educación en coordinación con el Ministerio del Interior, entre otras instituciones, llegó el 4 de octubre a la Unidad Educativa Andrés Bello. Allí estuvieron los tres padres guardianes.

El ministro de Educación, Augusto Espinosa, fue al Bello e indicó que a finales del 2016 se harán encuestas para saber cómo avanza la campaña. Adicionalmente, indicó que pese a ser una realidad que hay que enfrentar, el consumo de droga en los planteles del país está por debajo de otros estados de la región. Recordó que es una tarea entre autoridades y padres. Se informó que las estadísticas dicen que no hay un consumo recurrente. Las drogas más usadas: alcohol y marihuana.