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31 de julio de 2017 12:03

Bahilleres contra toda adversidad

La ceremonia de graduación tuvo lugar el sábado en el Salón de la Ciudad, en el Municipio. Foto: Paula Merchán / ÚN

La ceremonia de graduación tuvo lugar el sábado en el Salón de la Ciudad, en el Municipio. Foto: Paula Merchán / ÚN

Paula Merchán

Lágrimas, aplausos, gritos fueron parte del ambiente de la graduación de 140 bachilleres. Aunque esta es la época normal de incorporaciones en Quito, estos estudiantes tuvieron un reconocimiento especial pues son la primera promoción del Bachillerato Virtual Inclusivo, a cargo de la Secretaría de Educación del Municipio de la ciudad.

Luis Carrasco fue uno de los estudiantes más ovacionados cuando se acercó a recibir su título de bachiller. No fue el mejor puntuado, pero sí uno de los más respetados por decidir estudiar nuevamente a pesar de su edad.

Tiene 59 años y se presenta como una persona con discapacidad física. “Tengo convulsiones, epilepsia, sufro de la columna y del sistema nervioso”, cuenta mientras no deja de sostener su título pegado a su pecho. Para volver a estudiar, tuvo que capacitarse con un curso de computación básica, para poder rendir las evaluaciones y cursar los niveles.

Todas esas circunstancias las logró superar y ahora, casi ya en la tercera edad, puede mostrar orgulloso su título de bachiller.

El Bachillerato Virtual Inclusivo empezó en 2014 con 166 estudiantes. Por diferentes circunstancias, no todos se graduaron, pero los 140 que lo hicieron fueron homenajeados en el Salón de la Ciudad por parte de las autoridades del Municipio.

Según Ximena Salcedo, coordinadora del proyecto, para el año lectivo 2017-2018, se graduarán 500 estudiantes. Además, se incrementará el presupuesto a USD 3 millones y en total habrá 1 500 estudiantes cursando primero, segundo y tercero de bachillerato.

En esta primera etapa, hubo tres especialidades: Bachillerato General Unificado (conocido como ‘ciencias’), Sistemas y Turismo. Sin embargo, en adelante solo se ofrecerá la primera opción.

Con su pequeño bebé de dos meses, Alison Morales posa para una foto familiar junto a su esposo, Andrés Guamán. La pareja, de 19 y 22 años, respectivamente, dice que el apoyo mutuo fue fundamental para llegar a la meta.

Alison dejó sus estudios del colegio debido a problemas familiares, pero terminó el tercer año en este sistema de estudios a través de Internet. “Ahora se vienen otros sueños y voy a ser psicóloga”, cuenta sin dejar de sonreír.

Morales quiere formar parte de la Policía Nacional. Y ahora, ya con título en mano, dará ese paso. “Dejé mis estudios por salir a trabajar. Esta es una oportunidad para salir adelante”, cuenta.

Como ella, pero hace más de 20 años, Luis López abandonó sus estudios para ayudar a que sus hermanas se gradúen del colegio. Ahora, con 40 años, logró graduarse, en el mismo año lectivo en que lo hizo su hijo. Ahora, irá por el próximo título: el de profesor de Educación Física.