¿Asfaltado en pleno aguacero?
Las lluvias no han frenado el plan vial que se lanzó en Quito para arreglar los cráteres. Sin embargo, para los trabajos, a la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas no le queda de otra que trabajar con el pronóstico del clima en mano.
La meta de arreglar 162 vías se mantiene firme y la gerenta de Obras Públicas, Carolina Rodríguez, mantiene el objetivo de cumplir con los plazos previstos. Uno de ellos es el arreglo de siete ejes viales en 180 días, contados desde el pasado martes. La primera y que ya cuenta con poco más del 25% de avance, es El Sena. Estaba previsto que se termine en 25 días.
Con la lluvia es simplemente imposible ejecutar las obras, por lo que se aprovechan al máximo las horas secas. Se ha optado por retirar la capa vieja de la calzada en la noche y, en las horas del día sin lluvia, colocar el asfalto.
Como los huecos no están solo en las vías grandes, pues en Quito hay unos 11 000 caminos, el plan contempla el bacheo, adoquinado y otras obras en ingresos a los barrios. Por ejemplo, está en marcha una tanda de 75 calzadas en Colinas del Norte y Pisulí y La Roldós. El avance en ellas es del 35%. Cada administración tiene su lista de vías para intervenir. Hoy mismo, hay 20 rutas que serán bacheadas.
En el grupo de las calzadas grandes, una vez que se termine la tarea en El Sena, los trabajos empezarán en María de la Torre.
Aún con los aguaceros, apunta Rodríguez, el trabajo no se ha ido con el agua. Cuidan los detalles para que todo sea de buena calidad y, como están pilas con los datos del clima, paran las tareas cuando saben que viene la lluvia.
Hay que hacer una diferenciación: hay vías en las que se cambia toda la carpeta asfáltica por una nueva. Y se espera que, bajito, dure entre cinco y 10 años.
En cambio, el bacheo implica poner una capa de asfalto sobre la carpeta vieja y, explica la funcionaria, esto es propenso a que ingrese agua. Sin diluvios, debería durar al menos unos meses. Pero con las aguas dura menos.
Hay trabajos que pueden ser reprogramados, precisamente, por las aguas y emergencias a causa de estas. Solo en lo que va de la época lluviosa, desde el 6 de octubre del 2016, ya van cerca de 710.
