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13 de octubre de 2020 11:53

Afectados por explosión viven drama

Algunos negocios no saben todavía cuándo podrán reparar los daños. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Algunos negocios no saben todavía cuándo podrán reparar los daños. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Diego Bravo C. (I)

Marco Gualpa vive junto a su familia en el segundo piso de la vivienda en donde se registró una explosión, a las 10:30 del sábado 10 de octubre del 2020 en las calles Salinas y García Moreno de la parroquia Cumbayá.

A esa hora, salió a la tienda para comprar comida para sus hijos, de 5 y 9 años, cuando escuchó un fuerte estruendo.

“Inmediatamente pensé en mis niños y regresé corriendo para ver lo que ocurrió”, contó Gualpa a este Diario la mañana de ayer. Se encontró con la casa en ruinas y escuchó que sus niños pedían ayuda en medio de los escombros.
Los niños lo observaron y le dijeron: “papito ayúdanos, no queremos morir”. Los infantes sangraban porque tenían cortes en la cara. Gualpa los rescató y ambos fueron trasladados en ambulancia al Hospital Baca Ortiz.

Perdió todos los electrodomésticos, incluyendo la computadora con la que sus chicos realizaban las tareas escolares. Gualpa es instructor personal de gimnasio y no tiene trabajo debido a la emergencia sanitaria del covid-19. “Gracias a Dios mis niños se encuentran estables de salud, ahora están muy asustados”.

Según datos del Municipio, por la explosión hubo nueve personas heridas, dos viviendas destruidas, 22 afectadas (dos con daños estructurales) y seis vehículos destrozados.

Adrián Haro, gerente de la Empresa Municipal EM Seguridad, indicó que se activó la ayuda humanitaria a la familia afectada por la emergencia. “Consistió en alimentos, artículos de aseo personal y vestimenta”, apuntó.

Erick Dreyer, propietario del restaurante de comida ecuatoriana Ciré, ubicado a dos casas de la explosión, indicó que las pérdidas en su negocio ascienden a USD 40 000. “Nos demoraremos un mes en recuperarlo. Se destrozaron 44 ventanas, vajillas, cristalería, techos”.

El auto de uno de los meseros, que estaba parqueado en la calle García Moreno, se acabó.

Gabriela Castelo vive en la casa afectada. Dijo que sus enseres se destruyeron por la fuerza de la explosión. “A mi cuñado le operaron de la cabeza, pero ya se encuentra bien. El departamento de adelante se cayó al piso”.

Desde ayer temprano, ella sacaba las cosas y las colocaba en el patio. Manifestó que al momento de la emergencia ella salió de la casa junto a sus dos hijas.

Esteban Cárdenas, jefe del Cuerpo de Bomberos de Quito, precisó el domingo que los peritos de la Unidad de Investigación de Incendios hallaron en el lugar de la explosión “evidencias” de un “desprendimiento de la manguera que va hacia la cocina”. Y adicionalmente encontraron “un tanque de gas cristalizado debido al cambio de temperatura”, lo que en primera hipótesis se considera como una deflagración producto de una acumulación de gas.

El dato. El concejal Bernardo Abad informó el domingo a través de su cuenta de Twitter que el informe del Cuerpo de Bomberos de Quito sobre la deflagración será entregado entre mañana y el jueves.