La Selección Nacional va directo al abismo
Habían pasado tres minutos y Luis Antonio Valencia le gritaba como a hijo a Mario Pineida por no hacer un buen desmarque. El gesto podía parecer aislado pero no, fue sintomático. Ecuador afrontaba el partido crispado, tenso, obligado a vencer para liberarse y hacer catarsis.
Pero las ganas solas no bastan. El juego nunca apareció y Ecuador fue una presa fácil y dócil para un equipo colombiano canchero, repleto de jugadores que viven en Europa y que están acostumbrados a luchas intensas como las de ayer en el estadio Atahualpa.
Ecuador vive tenso, es frágil mentalmente y mira el abismo de cerca. Por ello, cuando Miguel Borja picó al espacio y se acomodó entre el nerviosito Pineida y Arturito Mina, cuadró la mira y colocó el centro rasante para el gol -mitad de James y mitad autogol de Walter Ayoví que venía a la carrera- para marcar el 1-0- todo estaba juzgado.
La general noroccidental estalló de júbilo. Estaba repleta de los vecinos del norte que se sintieron locales en casa. Tan locales y tan cómodos como su equipo en la cancha. Carlos Sánchez la recuperaba como un relojito. James, el malcriadito que le sacó dedo a los periodistas repartía el balón de aquí para allá, de allá para acá. Adelante, Borja ponía turbo y le dejaba solo el humo a Mina.
Por eso, llegó el segundo gol con una jugada calcada: Colombia cargó por la izquierda con Borja, en su labor de asistidor y concluyó la jugada por la derecha con Juan Guillermo Cuadrado. Fin de la historia.
Los momentos duros, las crisis sirven para que los estrategas den una paso al frente. Claramente, Gustavo Quinteros no pertenece al grupo de los que diseñan planes de contingencia.
Desnudado, predecible, vencido, el entrenador veía pasar el tiempo en su reloj y solo atinaba a rascarse la cabeza en el filo de la cancha. Dentro, Ecuador era una coladera atrás y desordenado adelante. El ‘Toño’ Valencia no quería saber nada de Pineida, quien tenía la función de ‘doblarlo’ (pasar por delante de él y ofrecerse como una opción de pase).
Sorprendió Quinteros con la inclusión del lateral de Barcelona. Sorprendió con ese cambio así como sorprende su pasmosa tranquilidad en momentos como éstos, en los que tenemos el agua hasta el cuello.
“Mmm.De aquí tenemos que salir a ganar dos partidos afuera y mmm dos empates”, decía en la rueda de prensa, el ‘che’ Gustavo Quinteros con una risita nerviosa en la rueda de prensa.
Suena fácil, pero no lo es. Ayer (martes 28 de marzo del 2017) la displicencia de Ecuador lo tiene a punto de la condena: se quedó con 20 puntos y tiene cuatro partidos más por jugar: ante Brasil de visita, Perú en casa, Chile como visitante y Argentina en la última jornada en Quito.Nunca hemos ganado en Brasil o en Chile. A los peruanos se les podría ganar, pero y ¿Argentina en la última jornada con Lionel Messi de vuelta?
