Jonathan Betancourt le mete velocidad al juego de la Liga
El nexo de Jonathan Betancourt y Liga de Quito no empezó con su fichaje a inicios de este año y tampoco con el gol que le hizo al Deportivo Cali en la Noche Blanca. Su historia con la ‘U’ comenzó hace nueve años.
‘Beta’, como llaman al delantero, dejó su tierrita en Esmeraldas a los 13 años por sugerencia de su primo Alexis. Se fue de su casa en el cantón Eloy Alfaro para probar suerte en los equipos de Quito. Llegó primerito a Pomasqui. Ahí se sacó el aire, pero por su tierna edad no lo acogieron. Era muy guagüito y el club no podía darle una vivienda.
“Me probé en Liga y no me quedé. No fue por condiciones, sino porque el club no podía darme casa. Fui al Espoli que me dio todo lo que necesitaba a esa edad”, le contó el jugador a ÚLTIMAS.
Este año llegó a Liga como refuerzo, a sus 22 años. ‘Beta’ es de lo mejorcito que han mostrado los albos en una temporada en la que han ganado un chulla partido. Se ha transformado en pieza clave del esquema del DT Gustavo Munúa y es quien le mete velocidad al ataque.
Cuando el argentino Hernán Barcos se desgasta o no encuentra espacios, aparece Betancourt para poner paños fríos. Ya tiene dos goles en seis partidos jugados.
Alejandro Valenzuela, preparador físico de Liga, asegura que la velocidad del esmeraldeño es innata. Betancourt trabaja solo acondicionamiento fijo. El resto es talento y viveza pura.
“Él es un jugador bendecido por su raza. Es un futbolista potente y con mucha resistencia en la alta exigencia. Su VO2 (cantidad de oxígeno procesado) es buena”, describió el ‘profe’ Valenzuela.
Luego de su paso por Espoli, el jugador estuvo en Norteamérica y después un fugaz paso por el fútbol de Portugal. El FC Porto se fijó en él en un torneo internacional amistoso y lo contrató. De esa experiencia logró aprender sobre el cuidado en la alimentación.
“Fue uno de los pasos más importantes de mi carrera. Maduré como persona y jugador. Aprendí a cuidarme con la comida”, le dijo el atacante albo a ÚLTIMAS.
Su llegada a Liga generó polémica. Según Marco Zambrano, su representante, su pase le pertenecía al Norte América. Pero el 27 de la ‘U’ ya se había puesto la camiseta y hasta había marcado un golazo en la famosa Noche Blanca. Tuvo que esperar casi un mes para poder jugar de forma oficial.
“Es un jugador sin límite. Tiene una pegada fantástica. Eso sí, debe mejorar lo que es constancia y sacrificio. Si quiere volver al fútbol europeo debe entender que los delanteros trabajan más que el resto”, dijo Valenzuela.
En los entrenamientos se la pasa junto a su pana Jonathan González. Entre tocayos hacen bromas y ya hicieron ‘pata’ con Fernando Guerrero y Édison Carcelén. Con él compartió cancha en Aucas, donde fue suplente.
