Guerra y Vega quieren que les digan ingenieros
Con una mochila negra en su espalda, el manaba Franklin Guerra llega a la Universidad de las Américas (UDLA). Viendo la hora en su celular y preguntando en qué aula le toca la clase de fundamentos de administración, acelera el paso y esquiva a la fila de estudiantes que también buscan correr por los pasillos. Por un momento, el zaguero de El Nacional deja de ser futbolista. Se camufla con el entorno rápidamente.
Es sincero: en un mes de clases, pocos lo han reconocido como futbolista y le han pedido autógrafos. Para la mayoría es un estudiante más, aunque con cuerpo de deportista. Guerra se siente cómodo así. Hacer la ‘lámpara’ en la ‘U’ no está en sus planes.
Llegó para sacar su título de ingeniero en administración de empresas, porque entendió que el fútbol no será para toda la vida.
“Siempre me ha gustado estudiar. Quería entrar a gastronomía porque me encanta la comida, pero entendí que para mí eso un ‘hobby’. Opté por administración de empresas porque también soy bueno con los números y esto me apasiona”, dice Guerra.
A sus 24 años, el de Portoviejo está embalado en clases. En la mañana asiste a los entrenamientos en el complejo El Sauce, en Tumbaco, y en la tarde, casi siempre puntualito, llega con sus libros y deberes. Todos los días le da al estudio de 17:50 a 22:00.
Guerra optó por la modalidad presencial. El club le ha dado facilidades para que pueda asistir a sus clases. Hasta el profe Eduardo ‘Lolo’ Favaro le acolita. Claro, cuando le toca partidos entre semana, ya no puede ir.
“Este trajín me gusta. Me hace sentir útil”, dice optimista el defensa central del ‘Nachito’. Favaro entiende lo que está viviendo su pupilo. En días de concentración, Guerra tiene un ‘salvo conducto’ para irse a estudiar. Incluso el ‘yorugua’ le ha prestado su carro.
Vega está cerquita de ser el ‘inge’ de la ‘U’ de Quito
Édison Vega no tiene casi mucho tiempo libre en las tardes. El futbolista de Liga de Quito va de los entrenamientos en Pomasqui a su casa para hacer la tesis. Hace cinco años empezó una aventura universitaria que está por culminar.
Su pasión por la tecnología lo llevó a incursionar en el mundo de la ingeniería en sistemas. Así es que si se le daña la compu y lo tiene cerca a Vega, pues ya sabe.
“Desde muy pequeño me inculcaron en la casa que el estudio y el deporte siempre van de la mano. Además, la carrera del fútbol es corta”, dice un poco agitado el lateral izquierdo imbabureño.
Vega habla de sistemas operativos de computación, de programación y de tecnología. Se siente cómodo y hasta le brillan los ojos.
Por ahora, va poco a la Espe, donde optó por la modalidad de estudios a distancia. Está concentrado en la ‘U’ y en su tesis, que consiste en una aplicación de celular para su natal Ibarra .
“A inicios de año opté por elaborar un sistema operativo para automatizar el ordeño de vacas en la hacienda de mi abuelo, pero cambié de tema”. Vega está elaborando una aplicación parecida al Waze o el Google Maps, programas con GPS que permiten encontrar direcciones.
Es una ‘app’ que permitirá ver la ubicación de los transportes interprovinciales de Imbabura. Su proyecto y las exigencias del profe Aguinaga lo tienen como loco. Además, empezará sus pasantías en el club. Hace una semana pidió a la dirigencia la oportunidad de trabajar en la web de la ‘U’. Se encargará de la base de datos de los jugadores, la programación del sitio y el marketing virtual.
