placeholder
Futbolero
11 de noviembre de 2016 08:46

Hay que decirle gracias Chile, Perú 

La Selección de Ecuador perdió 2-1 ante Uruguay en el estadio Centenario. Foto: AFP

La Selección de Ecuador perdió 2-1 ante Uruguay en el estadio Centenario. Foto: AFP

Pablo Campos

Gustavo Quinteros muere en su ley. Se ha hecho famoso por sus planteamientos ofensivos, por siempre querer tener el balón y atacar. No importa si se juega en el Monumental de Buenos Aires o en Centenario de Montevideo. El Ecuador del ‘che’ ataca donde sea. Es protagonista.

Con esa idea de juego, el profe encandiló a los jugadores de la Tri, que le responden bien en los partidos bravos. Ayer se perdió con Uruguay, pero la cara mostrada fue buena.

Ecuador tuvo el balón, dijo presente, dijo: aquí estoy yo y quiero ganar el partido. La estrategia fue osada. Es cierto que al final no se lograron los puntos ante los charrúas, pero las sensaciones son buenas.

La Tri se sirvió de los buenos resultados de nuestros rivales. Antes de saltar a la cancha, Chile le sacó un puntito a Colombia en la calurosa Barranquilla. Y mientras la Tri jugaba, Perú daba el campanazo y se comía a los paraguayos en Asunción.

Si se imponían colombianos y paraguayos a nosotros nos mandaban a la zona de repechaje. Pero la ventura nos sonrió esta vez y pese a perder seguimos ilusionados y dando pelea.

Ecuador jugó bien, pero le faltó el remate final, el puñetazo para dejar KO al rival. Hubo errores de concentración y de concepto: en el primer gol, el de Sebastián Coates, hay cinco jugadores que se van tras los pasos de Luisito Suárez y de Diego Godín.

Es cierto que esos dos son excelsos cabeceadores, pero había que referenciar también al langarote Coates, que mide 1,92. Era obvio que en algún momento el balón iba a llegarle.

“Vamos a controlar mucho lo que hace Uruguay en los tiros libres y de esquina”, prometía en la semana Quinteros. Frickson Erazo y Christian Noboa quedaron lejos del primer anotador.

Lejos de amilanarse, Ecuador siguió en la suya: tener el balón, proyectarse. Allí creció la figura de Renatito Ibarra, tantas veces visto por encima del hombro. El choteño es titular fijo en el América de México y esa continuidad le ha dado confianza.

Renato tomó la lanza y se fue para el frente. Le metió un pase preciso a Felipao para que el del Espanyol meta el 1-1 (su sexto gol en la eliminatoria en siete remates que ha hecho al arco en este premundial).

Pero ahí vino otro pecado de la Tri: la gente se quedó celebrando, desconcentrada, eufórica y en la siguiente jugada, Uruguay volvió a levantarnos la mano: en el gol de Diego Rolan, Walter Ayoví pierde la referencia de su rival, que coloca el centro sin obstáculos. Rolan definió a placer.

Hay luz verde para la clasificación directa de la Selección, pero ojo hay que seguir esforzándose, seguir peleando. El martes viene Venezuela, motivada luego de golear a Bolivia. Pero ¡ojo! los llaneros no son pues una perita en dulce. Hay que salir a ganar.