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Futbolero
26 de octubre de 2017 09:12

Barcelona SC tuvo un traspié monumental

Los jugadores se saludan al final del partido en que Gremio venció 3-0 a Barcelona SC. Foto: Mario Faustos / ÚN

Los jugadores se saludan al final del partido en que Gremio venció 3-0 a Barcelona SC. Foto: Mario Faustos / ÚN

Pablo Campos

El fútbol no siempre se explica a través de los números. Barcelona SC tuvo el 67% de posesión del balón, en los mapas de calor se veía como el equipo había recorrido amplias zonas del terreno intentando hacer suyo el juego.

Su rival, Gremio, un equipo con credenciales de grande, llegó a Guayaquil con la consigna de ser práctico más que vistoso. El equipo de Renato Gaucho te mata cuando te descuidas y ayer Barcelona sintió el poder de sus golpes. Solo bastaron siete minutos para que Luan marcase el primero aprovechando una sucesión de errores en la contención de los amarillos: Matías Oyola, que habitualmente no falla en las coberturas defensivas, le dejó un balón precioso al seleccionado brasileño que entró con todo y le pegó al balón para dejar sin chances a Máximo Banguera.

El Monumental que era un hervidero en el inicio del partido se volvió una congeladora. Pero había esperanza en una remontada histórica de Barcelona como las que llenan sus páginas de gloria. Pero no hubo tal: más bien Ederson puso el 2-0 al 30’.

El DT charrúa Guillermo Almada tenía las consabidas ausencias de dos baluartes como Gabriel Marques en el mediocampo y del goleador Jonatan Alvez en el ataque. A ello había que sumarle la lesión muscular de Dario Aimar, el futbolista que no había faltado a un solo partido de la Copa. A las ausencias había que sumar el experimento del técnico que decidió confiarle una de las bandas al inexpresivo Washington Vera.

Para el segundo tiempo, el ‘yorugua’ Almada volvió a su libreto habitual y mandó a la cancha a Marcos Caicedo y a su comodín, Jose Ayoví, para potenciar la salida por los costados. Ambos entraron embalados y en un par de ataques dejaron en claro sus intenciones ofensivas . Pero todo se fue al traste con el segundo gol de Luan, un ofensivo al que ya no le cabe un solo tatuaje más en los brazos y el cuello. El seleccionado brasileño cumple sus últimas horas en Brasil y tiene a media Europa buscándolo.

El 3-0 suena definitivo, lapidario, inapelable e incuestionable. Al partido le sobraron minutos tras ese tercer gol. En Barcelona salió el inexpresivo Ariel Nahuelpan que quedó desinflado luego de que el golero Marcelo le sacó con una mano precisa un remate a quemarropa. ¡Qué arquerazo!

La vuelta en Porto Alegre es casi una misión imposible tras ver el partido de ayer. Volverá Jonatan Alvez y talvez Dario Aimar, pero la suerte está casi echada. Pero la ilusión se mantiene. Soñar no cuesta mucho. El sábado enfrentan a Liga de Quito y el domingo viajan a Brasil.