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En Las Aulas
15 de noviembre de 2017 12:46

Estrategia: escuelas sin violencia sexual

La educación es un espacio para el ejercicio de la libertad con responsabilidad. Es tiempo de reaccionar.

La educación es un espacio para el ejercicio de la libertad con responsabilidad. Es tiempo de reaccionar.

Redacción En las aulas

Los casos de abusos sexuales detectados en algunos centros educativos del país han producido perplejidad, irritación, desencanto y tristeza en la opinión pública. Porque resulta incomprensible que docentes -poco decentes- atenten contra los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes, en los espacios escolares.

Orígenes

Las causas de este problema, según especialistas, son multifactoriales: la selección deficiente de los profesores, su formación inicial y continua, la desorganización de la familia, la falta de seguimiento a los hijos por parte de
los padres de familia, el silencio y la complicidad, la impunidad derivada de una justicia lenta y a veces ausente, y de una sociedad indiferente. Las leyes y reglamentos, por lo visto, no bastan.

Mapa de intervención

Los lamentos sobran; es hora de actuar de manera concertada con estrategias de carácter integral, que abarquen acciones participativas y consensuadas, que lleven a construir un sistema o mapa de intervención, de carácter interdisciplinario, en el que participen el Estado -ministerios de Educación, Justicia, Interior, Seguridad, Inclusión Social y Salud- con la sociedad civil organizada, el sector privado, los centros educativos -sin excepción-, los padres de familia y las universidades, más todas las confesiones religiosas.

La tarea es ambiciosa pero necesaria y urgente, como una política pública articulada a los derechos humanos, anclados, de manera preferente, a la familia y la educación, con el soporte claro de un proyecto nacional de comunicación multimedia: radio, prensa, televisión, Internet, redes sociales y medios alternativos.

Premisas

Abordar el tema de la violencia en las escuelas es, sin duda, una tarea permanente y sistémica, y no esporádica o de corto plazo. Es poco plantear una semana de derechos.

La comprensión e intervención sobre los comportamientos agresivos de los adultos, en los centros educativos requieren ponderación, seriedad y premisas alejadas de enfoques clínicos o meramente sancionadores.

Si bien las cifras nos alarman, cada caso en particular debe ser motivo de profundo análisis e intervención, con base científica y profesional.

Salud escolar
Otra premisa básica es diseñar la estrategia desde una perspectiva de calidad con equidad, asociada a la salud y la familia, rigurosa, contextualizada, lejos del escándalo, tendiente a respetar la dignidad de los niños. Y que la educación libre de violencia pase del discurso a la acción.